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Forma de cuestionar la selección de microrrelatos: pregun- Minicuentos de tres líneas: “Tras la pared” de Oscar Sipán
tarle al lector lento ponderativo cuáles son los que podrían y “Hotelero y huésped” de Rony Vásquez.
formar parte del proyecto de investigación “Textos trans-
gresores” que dirije Laura Pollastri de la Universidad Nacio- Historias mínimas de un lugar para lo transitorio y la falta
nal de Comahue. O examinar si la estructura de cada mi- de autenticidad—que produce un efecto de desarraigo no
crorrelato se consume a sí misma al desarrollarse como el sólo en los personajes sino en el lector: las historias de en-
hielo que se funde en una sartén. O buscar cuáles conden- cierro, entierro, desentierro, insomnio y especialmente las
san la desesperación y el apremio de la brevedad misma. historias que desdibujan las fronteras entre la vigilia y el
sueño, lo real y lo fantástico: 34
Microrrelatos que cifran un dispositivo del panóptico como
organización desanclada del espacio: los mismos que produ- El reseñador hace eco de un comentario de una gran mini-
cen la sensación de encierro. También se encuentran otros cuentista, Lydia Davis, sobre el poder de la ficción súbita:
que reproducen la sensación de entierro o desentierro, don- “nos damos más cuenta del gran riesgo que corren nuestras
de los personajes no llegan a ser zombies, sino muertos que vidas, así como de su posible brevedad”.
son capaces de pulular en la habitación 201, como los que
deambulan sorpresivamente en “El cubo de Rubik”, “201 Leer estos microrrelatos nos regala una perspectiva diferen-
cráneos”, “La promesa”, “Moulin, Molino”, “La 201”, “De- te, una oscilación entre lo convencional y lo itinerante—
trás de las iniciales”. metaficcional o delirante—a veces el punto de vista es más
bien una nueva sensibilidad de insecto, o de un ave, o de la
Microrrelatos que hacen de máquinas del tiempo y logran piel de un hueso abandonado; a veces es la recuperación de
el salto deseado: Especialmente “Moulin, Molino” de José un recuerdo que se encarna en cosas o muertos o realidades
Güich Rodríguez, “Espectáculo de la 201” de Ricardo Su- paralelas. Todo esto se supone que agita la imaginación algo
malavia y “Memoria histórica” de Iban Zaldua. aturdida por la época que nos ha tocado sobrevivir.
Microtexto surrealista en que el viajero del tiempo es una El reseñador hace eco de un par de observaciones de David
manzana que se pudre: “Ceci n’est pas une ponme” de Tan- Foster Wallace que examinó con maliciosa ironía una anto-
ya Tynjälä. logía de poemas en prosa: el uso reiterado y deliberado de
referencias ultra-triviales o la huella de jeu d’esprit para que
Microrrelato apocalíptico que puede ser una simple pesa- el escritor parezca listo. Sin embargo ese cuestionar el crite-
dilla de hotel pero cuya lograda ambigüedad contradice su rio de selección no puede aplicarse al de David Roas y José
condición de ciencia ficción: “Volver” de Daniel Salvo. Donayre. Todas las referencias biográficas no pasan de dos
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Revist a de alces XXI Número 2 , 2014-2015