Page 48 - Revista1
P. 48
Esto no es una novela rosa. Eso es evidente. No es una novela dente de la República francesa: “Bárbaros capitalistas dis-
11
de ese tono o color al que acostumbramos, por desprecio, a lla- puestos a todo con tal de imponer sus criterios de eficiencia
mar rosa. Si ampliamos el espectro, podríamos encontrar y defi- y rentabilidad, al precio que sea, sobre una realidad com-
nir ese tono más oscuro que algunos llaman violáceo. Es el tono
exacto del glande tumefacto de DK. Esta novela tiene en mu- puesta de personas de carne y hueso, personas necesitadas y
chos momentos ese color especial, violeta o morado, porque ese débiles, y no sólo intereses y beneficios. Eso somos usted y
glande tiene una gran importancia en la historia del dios K. (21) yo” (85), le dice DK a Sarkozy.
La actividad sexual de DK corre pareja a su actividad pro-
Violeta, morado, son también los colores que toman la piel fesional. Corresponde pues a una forma contemporánea
12
violentada o muerta. En este sentido, la novela afirma cla- del libertinaje definido por Sade: una actividad altamente
ramente su carácter de denuncia despiadada de un sistema aristocrática que se propone explorar todas las posibilidades
sin piedad. De hecho, en un documental ficticio dedicado de ejercer el poder sobre el otro a través del sexo. En esta
a DK, cuyos diálogos se reproducen en el texto (215-276), falocracia, el pene es considerado por DK como “[el] arma
y en el que prestigiosos intelectuales ofrecen un retrato del secreta con que un emperador domina la realidad. Un atri-
protagonista, el personaje de Michel Onfray, filósofo fran- buto de poder íntimo que le devolvía con cada erección la
cés, interviene varias veces para criticar a DK. Es así como, creencia en la vida, la superación de los obstáculos, la supe-
por ejemplo, presenta la tesis de doctorado de aquél, titula- ración de uno mismo en cada prueba atravesada sin entrar a
da Economía de la familia y acumulación patrimonial: “Esta- valorar los resultados” (22). Bien se ve aquí cómo la visión
blece los principios básicos de un nuevo contrato social, un del mundo de DK se reduce a un individualismo a ultran-
pacto intemporal entre los miembros de la clase superior” za, ya que no valora los “resultados” sino la manera de llegar
y concluye diciendo: “[…] es indignante, obscena, ofensiva a éstos y que todo está orientado hacia él. En este sentido,
incluso en sus planteamientos y no sólo en sus conclusiones la “crisis” económica mundial se corresponde exactamente
efectivas” (266-267). Onfray revela así que la visión del con el colmo del placer de una minoría de individuos con
10
mundo de DK está basada en las ideas de lucha despiadada cuerpo caliente, mente fría, cinismo absoluto: “Sintonizo
por el poder y de manipulación de las masas, lo que confir- el canal Bloomberg y me paso todo el viaje de vuelta a casa
ma DK en una carta ficticia a Nicolás Sarkozy, el ex presi-
11 En otro fragmento de la novela DK define la vida como “una alocada
10 El documental ficticio es una clara parodia de un documental que se
difundió sobre Dominique Strauss-Kahn en octubre de 2010, en Fran- carrera de todos contra todos” (42).
cia, en la cadena privada Canal+, para promover al que pudiera haber 12 Lógicamente, a partir del momento en que deja de ser director del
sido el candidato del PS a las elecciones presidenciales de 2012. Se trata- FMI y empieza a ser un “cadáver político” (cap. 35), DK deja de tener
ba de un documental panegírico donde DSK (como se lo llama en Fran- erecciones (cap. 38), con lo cual su mujer pide un “informe clínico”
cia) aparecía como un hombre aficionado a la carne de res, un esposo (cap. 18) e incluso lo somete a una sesión de exorcismo para sacarle del
gracioso y un abuelo afectuoso. cuerpo a la “bruja africana” (cap. 29).
48 49
Revist a de alces XXI Número 1 , 2013