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se hacían cargo de las partes proporcionales.   muy lejano.  “Podemos” era el lema, inspirado en Oba-
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 La experiencia colectiva del boom, como la de la selec-  ma, de la selección en el mundial de 2010. Ese mismo lema

 ción, como la de la crisis, atraviesan el cuerpo social organi-  formó parte del lenguaje de las celebraciones en la victoria

 zándolo, construyendo ficciones políticas horizontales, que,   de 2012: “España sí puede” (Carlin). Bajo el “Podemos” se

 en un segundo momento, reconstruyen las mismas divisio-  afirmaba (y aún se afirma), que, en la unidad nacional, en

 nes que parecían neutralizar. Un ejemplo es la idea de que   la voluntad compartida, y en la obediencia, sigue estando la

 todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. “No   base del comportamiento colectivo virtuoso que permite la


 puede ser que hasta los tontos estuviesen haciendo dinero”   obtención de bienes simbólicos y triunfos inmateriales, tra-

 decía una joven vasca, niñera por placer en Philadelphia, en   sunto abstracto de futuros bienes físicos. 17

 una discoteca de Nueva York, el 28 de abril de 2012. Para   Uno de los partidos más nefastos de la Eurocopa enfrentó

 las élites sociales del país, la prueba fehaciente de que, en la   a las dos versiones de la misma crisis europea: España contra

 coyuntura actual se expresa una crisis moral colectiva, fru-  Portugal. Volvieron allí todos los fantasmas del mal juego.

 to de un pecado social nefando, reside en el hecho de que   La política de austeridad deportiva conducía a la parálisis:

 hasta los tontos se podían permitir viajes o coches que has-  la mala circulación del balón impedía que los futbolistas en-


 ta aquel momento sólo los listos podían pagarse. Meses des-

 pués, la presidenta del gobierno de Navarra, Yolanda Bar-

 cina, acusada de corrupción por el cobro de elevadas dietas   16  La cuestión de los imaginarios de la posterioridad de la crisis requie-
         re su propio estudio. Porque ¿qué viene después de la crisis? El propio
 sólo por asistir a supuestas reuniones de trabajo en la desa-  Rajoy, en su discurso de investidura, dedicó un hermoso pasaje a des-

 parecida Caja Navarra, se manifestaba en un tono parecido:   cribir ese cronotopo, en los términos retrofuturistas de películas como

 “hace cinco años esas cifras no sorprendían a nadie, porque   Eternally young, desde el clásico frame de la Bella Durmiente: “A la sa-

 el que más dinero ganaba en una obra y llegaba con el me-  lida de la crisis no habitaremos el mismo planeta que hemos conocido.
         Habrán cambiado las reglas, habrán cambiado las condiciones de vida,
 jor coche era precisamente el que hacía los alicatados” (EP).   habrá cambiado el peso relativo de los países y su cotización internacio-

 ¡Otra vez vemos a los tontos haciendo dinero y comprándose   nal. Habrá cambiado hasta la manera de participar en el proyecto euro-


 los coches que no se podían permitir!  peo” (Rajoy).

         17  La escatología de la crisis no abunda en descripciones de las post-vi-

 4. No Country for Nobel Prizes: teología deportiva y el   das, como mucho se refiere a “las cosas”, misteriosas y muy poco pre-

 imaginario de la antimodernidad española.  cisas. La otra parte, in hac lachrymarum valle, es de claro frame católi-
         co: nos salvamos gracias a la dureza, a la amargura, al sufrimiento. Cito:

         “¿Hay vida después de la crisis? sí [...] y esas decisiones que estamos to-
 Siempre  hay  un  horizonte  para  la  redención  futura.  En   mando [...] que son duras, de que son difíciles, y que no son agradables,

 este caso, los mensajes de penitencia se acompañan de va-  son las que me permiten decir que sí hay vida después de la crisis [...]


 gas promesas de salvación, desplazados a un futuro lejano,   pero sí hay cosas que son el preludio de que las cosas van a mejor en el fu-
         turo” (Ideal de Granada). Cursivas mías.





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 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  1 , 2013
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