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tima década, el ladrillo, que simplemente aceleró las condi- do y nación en la España actual (Marcos, Jordá).
ciones del “largo ciclo” del que hablan los economistas del Roncero estaba llorando, mientras gritaba entre sollozos
Observatorio Metropolitano de Madrid (2010). La “nece- las palabras citadas, como si estuviesen apelando a aquello
sidad de cambiar el sistema productivo” es otro de los fan- más íntimo y sagrado posible.
tasmas que recorren las estepas españolas llenas de adosados Los internautas que retweetearon el video se morían de
y urbanizaciones y ciudades dormitorio incompletas, desde risa.
la conciencia de que existe un capital humano de científi- El mito quijotesco es tragicómico.
cos, expertos y profesionales que han emigrado a otras lati-
tudes, poniendo su formación al servicio de otras empresas 5. La final nunca es el final: una observación participada
y otros países. Sin esos conocimientos y esos profesionales del desfile de la victoria.
el país de Roncero es una gigantesca estación de servicios,
un área de descanso al sur de Europa, la cuarta potencia tu- Cuando llegó la final de la Eurocopa, la fantasía rojigual-
rística mundial. da del Madrid celebrativo se activó de improviso y, desde
Desde la perspectiva de Roncero, la salida quijotesca de la mi perspectiva, con cierto éxito. Llegó por fin el “subidón”
crisis pasa por asumir lo que somos genéticamente: un país que Rajoy había pedido a sus jugadores (As). Las banderas
dedicado al ladrillo, a la especulación, al turismo, y mo- de España se multiplicaron, atadas al cuello o en la cintura.
rir siendo eso, pero vibrando, emocionados... El problema es La moda masculina de la celebración la dominaban polos
que este párrafo no es un simple trending topic, pues las me- rojos y equipamiento deportivo para los chicos y, para las
didas tomadas por el gobierno, en algunos casos justo des- chicas, era todo un festival escarlata y complementos ama-
pués de la Eurocopa, demuestran que lo de Roncero sólo es rillos, vestidos bermejos y cinturones giallo y siempre una
el síntoma de una compartida fantasía: la urbanización de banderita pintada en las mejillas. El consumo de pintala-
los últimos tramos de litoral virgen, los intentos de resucitar bios se disparó entre el domingo y el lunes. Eros celebrati-
la inversión en infraestructuras pesadas y ladrillo, los recor- vo: el Spanish red en los labios era otro modo de encarnar
tes masivos en investigación y universidades, el gravamen la bandera. La toma de la ciudad duró dos días, el segundo
fiscal a la producción de cultura… Pero entre todas estas con colapso del tráfico y el metro repleto, a pesar de que,
fantasías hay una particularmente inquietante y probable, aprovechando la coyuntura, los responsables habían vuelto
la construcción de Eurovegas, un macrocomplejo de rasca- a subir las tarifas... La elegancia del partido final, donde la
cielos con casinos en Madrid, una isla fiscal y legal, ofrecida magia estética de la selección volvió a activarse, rindió final-
en condiciones ventajosas al magnate del juego Adelson, en mente a la población todavía resistente al retorno quijotis-
el corazón de la península, una zona franca, capaz de simbo- ta de su equipo, no sólo como campeones del mundo sino
lizar estrictamente las relaciones entre neoliberalismo, esta- también, de nuevo, como campeones de Europa [fig. 7].
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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013
