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como ideológicos. Y por supuesto, nuestros Tres Mitos Fun-                                                                     La banda de militares no desconoce ni uno solo de los trucos

         dacionales conforman algo así como el corazón de su có-                                                                        del crimen organizado. Cuenta con “exploradores”, encargados

         digo  deontológico.  Casualmente,  estos  mitos  suponen  el                                                                   de indicar quién es el enemigo; con “forzudos” que destruyen al
                                                                                                                                        enemigo; con “cerebros” que hacen los preparativos, y con un
         ABC esencial para que el capitalismo se desarrolle sin tra-                                                                    “gran jefe”, el capitalismo supernacionalista.

         bas (recordemos: 1. crecimiento perpetuo, 2. libre mercado                                                                          Quizás resulte extraño que alguien como yo, que soy militar,

         como única alternativa posible, 3. individualismo justifica-                                                                   recurra a estas comparaciones; lo hago en aras de la veracidad.

         do y asumido).                                                                                                                 Pasé treinta y tres años y cuatro meses en servicio activo, per-


             Ahora que entendemos la naturaleza de los medios, po-                                                                      tenecía a una de las fuerzas militares que se distinguen por su

         demos dudar de esa supuesta naturalidad en la formación                                                                        agilidad, el Cuerpo de Marines. Presté servicios con muy diver-
                                                                                                                                        sas graduaciones, desde la de subteniente hasta la de general de
         de la fe imperante. Porque resulta lógico que esa élite domi-                                                                  brigada. Y en este periodo, dediqué casi todo mi tiempo a hacer

         nante, propietaria de los medios de comunicación (algo así                                                                     las veces de forzudo al servicio de las grandes empresas, de Wall

         como una red inconmensurable de curanderos, sacerdotes y                                                                       Street y de los banqueros. En otras palabras, fui un estafador, un

         rapsodas de tres al cuarto que se cuelan hasta el último rin-                                                                  criminal a sueldo del capitalismo.
                                                                                                                                             En aquel entonces sospechaba que formaba parte de una red
         cón de cada casa) hayan usado este instrumento privilegia-                                                                     del crimen organizado. Hoy estoy seguro de ello.


         do precisamente para propagar como colectivas y naturales                                                                           En 1903, contribuí a “preparar” Honduras para las empre-

         sus propias creencias. Y máxime cuando cobramos concien-                                                                       sas procesadoras de fruta de EE UU. En 1914, contribuí a ga-

         cia de que, por encima de esa supuesta sana competencia                                                                        rantizar los intereses petroleros de EEUU en México, particu-

         que se esgrime siempre al referirse al libre mercado, es mu-                                                                   larmente en Tampico. Contribuí a convertir Haití y Cuba en

         cho más lo que une a esta clase privilegiada (antaño llamada                                                                   lugares decentes donde los muchachos del National City Bank
                                                                                                                                        pudieran recaudar buenas rentas. Colaboré en el saqueo de me-
         Gran Capital) que lo que la separa. (A este respecto es muy                                                                    dia docena de repúblicas centroamericanas en beneficio de Wall

         esclarededor visitar la página www.theyrule.com y compro-                                                                      Street. El historial de estafas es largo. De 1909 a 1912 ayudé a


         bar por uno mismo los fuertes vínculos que unen a supues-                                                                      limpiar Nicaragua por el bien de la banca internacional de los

         tos adversarios empresariales y políticos)                                                                                     hermanos Brown. En 1916, allané el camino a las empresas azu-
                                                                                                                                        careras de EEUU en la República Dominicana. En China, eli-

                En el momento de lo espectacular integrado, la mafia reina, de                                                          miné los obstáculos que podían entorpecer el funcionamiento

                hecho, como modelo de todas las empresas comerciales avanza-                                                            de la Standard Oil.
                das.                                                                                                                         En aquellos tiempos estuve al frente de un negocio próspero,

                                                                                           Guy Debord,                                  como dirían los hampones. Al recordarlo, me da la impresión

                                      Comentarios sobre la sociedad del espectáculo,                                                    de que podría haber dado unos cuantos consejos a Al Capone.
                                                                                     Anagrama, 1999.                                    Él se limitó a dirigir una red del crimen organizado en tres dis-
                                                                                                                                        tritos. Yo actué en tres continentes.

                                                                                                                                                                             Declaraciones del general de división
                                                                                                                                                                 estadounidense Smedley Butler (1888-1940)






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                Revist a   de   alces   XXI                                                                                                                                                       Número  1 , 2013
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