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mos de forma recurrente y casi obsesiva el centro comercial, Obras citadas
el parque temático o centro turístico, la gran ciudad imper-
sonalizada o incluso el no lugar del ciberespacio o de la reali- Augé, Marc. Los no lugares. Espacios del anonimato una
dad virtual. antropología de la sobremodernidad. Barcelona: Gedisa,
Hoy, en la literatura contemporánea, se impone yo di- 2000 (1ª ed.: 1992).
ría casi como leitmotiv un nuevo espacio: el no lugar, con-
secuencia de la pretensión de algunos autores de plasmar Azancot, Nuria. “La generación nocilla y el afterpop piden
de forma realista las nuevas formas de vida. Cada vez es más paso”. El Cultural (19-7-2007).
frecuente que se viva gran parte del tiempo fuera del terri-
torio que reconocemos como propio y, en opinión de Augé, Ballard, J.G. Fiebre de guerra. Córdoba: Berenice, 2008.
esa experiencia de frecuentación de los no lugares ofrece la
posibilidad de una experiencia sin verdadero precedente Baudrillard, J. Cultura y simulacro. Barcelona: Cairos, 2002
his tórico de individualidad solitaria y de mediación no hu - (1ª ed.: 1978).
ma na (120), lo que acarrea una forma posmoderna de alie-
nación. Es evidente que cada vez es mayor el espacio recorri- —. El crimen perfecto. Barcelona: Anagrama, 2000 (1ª ed.:
ble, abar cable mediante las nuevas formas de comunicación 1996).
aérea y terrestre y, sobre todo, las tecnologías de la comuni-
cación, lo que trae como consecuencia la desaparición pro- Calvino, Italo. Las ciudades invisibles. Madrid: Siruela, 2002.
gresiva del espacio libre, incontaminado, y que cabría consi-
derar des de una perspectiva romántica como lugar auténtico. Calvo, Javier. “La historia de la nocilla”. La Vanguardia,
,
La ex pe riencia diaria y cotidiana del no lugar trae consigo Cultura/s 12-9-2007. Web.
una sensación irremediable de aceleración de la Historia y <http://www.lavanguardia.com/cultura/noti-
de achicamiento del planeta (Augé 122). O, dicho de otra cias/20070912/53397180493/la-historia-de-la-noci-
mane ra, de pérdida irreparable del planeta, y de aquello que lla-napoleon-francisco-casavella-jorge-herralde-rodri-
siem pre hemos creído que era lo real. De esa pérdida, me pa- go-fresan-ray-loriga-alfa.html>.
rece, nos hablan todos los autores comentados a lo largo de
mi trabajo. Espigado, Miguel. “Reseña de Robert Juan-Cantavella, El
Dorado (Barcelona: Mondadori, 2008)”. Afterpost. Espa-
cio de crítica literaria y cultural. Web. <http://afterpost.
wordpress.com/2008/10/20/el-dorado-robert-juan-
cantavella-y-el-kitch-burlesque/>.
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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012