Page 69 - Revista0
P. 69

llo reflexiona acerca de estas cuestiones en numerosos post    un particular viaje por un barrio residencial de Nueva Jersey

 de su blog. Una disertación interesantísima acerca de este pa-  en busca de los monumentos de la zona ha sido suplan tado

 radigma del simulacro que es la ciudad de Las Vegas puede   por un recorrido a través del mapa del lugar que encontra-

 encontrarse en la sección USA Travel del blog del autor, El   mos en Google Maps: de nuevo la pérdida de la realidad, en

 hombre que salió de la tarta. Concretamente esto es lo que   este caso del territorio, al haber sido suplantada por su simu-

 allí se dice acerca del Hotel Venecia, uno de los más popula-  lacro, el mapa. En el texto titulado “Paradiso, XXXI, 108”

 res y visitados de Las Vegas:   reflexiona asimismo acerca de los aeropuertos, encarnaciones


         por excelencia del concepto de no lugar en el mundo con-

         temporáneo (Fernández Mallo,  El hacedor 106-112). Muy
 De todos los simulacros, sin duda el que se lleva la palma, no

 por sobredimensión pero sí por realidad realmente virtual, es   interesante resulta también el relato titulado “Las uñas” (18-

 Venecia. Para construirla trajeron a los mejores artesanos ita-  21), donde se narra el extravío de una actriz por el escenario

 lianos, los mejores pintores de frescos, los mejores arquitec-  de la película que va a rodar:

 tos, los mejores especialistas en luz e ilusión visual. Afuera es

 de noche, entras, pasas el casino, pasas la recepción del hotel,   [Kate] echa a andar hacia la casa que serviría de escenario

 entras en los canales con gondoleros, y te encuentras un cielo   principal de la película y que estaba semicubierta por gran-
 falso tan conseguido que es real. Las nubes, pintadas, parecen   des lonas y tenía sus luces totalmente apagadas. Fue así como

 moverse al tiempo que caminas, el suelo está un poco mojado,   llegó a internarse en sus habitaciones y pasillos, guiada por la

 la sensación es de que acaba de llover y se está despejando, los   penumbra de unas luces de emergencia que decían EXIT, has-

 visitantes hacemos de perfectos figurantes. Llegas a la plaza de   ta que la puerta trasera de la cocina la llevó, también en pe-

 San Marcos, están los chiringuitos, el olor típico de esa plaza.   numbra, a un campo de césped falso y unos cielos azules dibu-

 Si en el resto de Las Vegas las sensaciones son más que nada   jados, y a una estanque con una caseta de jardín, cuya puerta

 visuales, en Venecia es algo totalmente físico, te parece haber   abrió para pasar a un plató donde se extendía la calle sin luz

 rasgado un decorado y haber entrado en otra dimensión con   de un pueblo casi francés, y entró en una panadería de esa ca-

 todos los órganos del cuerpo. El efecto es tan brutal que casi   lle y se dirigió a tientas a la parte de atrás, para acceder a la
 marea. (7)     entrada del edificio Rockefeller Center, exactamente recons-

                truida, y atravesó el portal y entró en el ascensor y apretó el

 Asimismo el tema reaparece de nuevo y, aun con mayor in-  botón del número 33, y el cubículo ascendió pocos metros,

 terés, en su último libro,  El hacedor (de Borges). Remake   ella diría que 3 antes de detenerse, y abrió la puerta para ha-

 (2011). De este recomiendo especialmente, en relación con   llar un decorado que la llevaría a otro, y ese a otro, y así a una

 los temas que estamos tratando, el texto titulado “Muta-  sucesión como ocurre con las uñas, cuyo recorte engendra una

 ciones” (Fernández Mallo, El hacedor 58-99), donde el asun-  siguiente más creíble y más oscura, más real y poderosa, has-


 to del simulacro es planteado de forma realmente original:   ta que llegó a una playa a oscuras, con su agua sólida ganada






 68                                                                                                            69
 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  0 , 2012
   64   65   66   67   68   69   70   71   72   73   74