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ÍNDICE                     P á gina web del autor                           Descarg ar PDF







                                                                                                                                 Uno es en el libro



                                                                                                                                 Esther Bendahan






















                                                                                                                                         oncibo Sefarad, palabra que designa en hebreo a

                                                                                                                                C  España (la primera vez que aparece esta palabra es en

                                                                                                                                 la Biblia, Abdías 20), como una metáfora del volver. Cuan­

                                                                                                                                 do se habla del volver se habla en silencio del salir, del exilio.

                                                                                                                                 Pero el exilio no siempre tiene que ver con un territorio. Hay

                                                                                                                                 exilios distintos que se traducen en una expresión singular,


                                                                                                                                 en un discurso creativo y textual, en el caso de la literatura,

                                                                                                                                 en el que se pueden señalar aspectos comunes de los creado­

                                                                                                                                 res que tienen que ver con el discurso, con el interlocutor…

                                                                                                                                        En mi caso, la escritura de cada novela me proporciona

                                                                                                                                 la sensación de salvación, de salvar mi tiempo del olvido y de

                                                                                                                                 preservar mi historia, porque desde niña arrastro una especie

                                                                                                                                 de dolor y deseo de salvación que únicamente se alivia con la

                                                                                                                                 escritura y el libro. Hasta que no publiqué Déjalo, ya volve-

                                                                                                                                 remos, mis temas se centraban en el viaje de vuelta de los se­


                                                                                                                                 farditas. Supongo que escribir es precisamente ese buscar en

                                                                                                                                 la niebla para iluminar lo que de otro modo se silencia, res­

                                                                                                                                 catar; unas veces arqueología de historias, otras desvelar se­

                                                                                                                                 cretos incómodos y a veces traer simplemente el futuro para











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