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ver con la elevada casuística y con la cuantía de este fenó­                                                            pérdida de la identidad histórica, el abandono de lo propio

         meno. Como tampoco tiene que ver el aspecto puntual o la                                                                —incluidos los muertos familiares—… De esta manera aflora

         lenta progresión del deshabitado en épocas pasadas, con la                                                              una lucha individual —que también puede ser grupal— en­

         veloci dad destructiva y con las nuevas y abundantes circuns­                                                           tre la añoranza de lo perdido y la necesidad de que ese espa­

         tancias que han obligado y obligan al abandono de espacios                                                              cio perdido —y abandonado— permanezca en la memoria

         hasta el momento habitados.                                                                                             para, así, evitar que la muerte y el olvido sean definitivos. Y

                Hoy día, la fuerza, visible, de tragedias naturales, de pla­                                                     en esta lucha, la palabra escrita actúa como factor básico de


         gas, de guerras y de otras causas históricas del despoblado,                                                            permanencia y como elemento indispensable, tanto para la

         empequeñece frente al invisible, enorme y perverso empuje                                                               reflexión como para la cauterización de heridas.

         de las disposiciones estatales o de los condicionantes sociales                                                                En todo lo anterior echa raíces el tratamiento literario

         que enarbolan la bandera del progreso, del “bien común”, del                                                            de los despoblados, sobre todo en narrativa. Un tratamiento

         interés nacional —obras hidráulicas, repoblación en función                                                             que es vital para el creador, a la vez que, también, lo es para el

         de empresas papeleras, etc.— o del rendimiento económi­                                                                 lector. Es decir, la temática de los despoblados contiene una

         co —urbanizaciones, minusvaloración de la economía agro­                                                                comunión de intereses entre creador y lector que explica tan­


         pastoril…—. Se trata de un cambio trascendental: la acción                                                              to su tratamiento como su relativo éxito en la reciente lite­

         de la naturaleza y del lógico devenir temporal o histórico                                                              ratura española. Pues ambos —tanto creador como lector—

         han sido sustituidas por la acción enérgica del hombre. Y con                                                           son protagonistas y partícipes del problema.

         ello, la implicación y las resultantes también son diferentes                                                                  Por un lado, porque, ambos han podido sufrir en sus car­

         para quien padece el abandono. No es lo mismo lo azaro­                                                                 nes la pérdida de su espacio vital y el traslado impuesto a un

         so de una tragedia natural que la interesada maquinación del                                                            espacio, nuevo y desconocido, con toda la problemática vi­

         hombre. Como tampoco es lo mismo aceptar el destino —                                                                   tal y personal que conlleva, desarraigo incluido. Es decir, la

         fatum— que claudicar ante imposiciones.                                                                                 vivencia de un amplio arco de sentimientos y de problemas

                Los condicionantes y disposiciones dependientes del                                                              que se convierten en temas literarios. Arco que abarca desde


         hombre suelen obviar las implicaciones humanas, culturales                                                              la denuncia más realista al lirismo más íntimo. Y, con todo

         y sociales que conlleva la desaparición por la fuerza de un                                                             ello, también el amplio abanico de su casuística, desde lo so­

         conjunto humano. Y al que, además, apelando a ideas de in­                                                              cial —despoblación rural y desarrollismo: mecanización del

         terés general, desarrollo, progreso, etc. se acompañan con                                                              campo, atracción de la ciudad; política hidráulica, política

         problemas de conciencia como los de falsa insolidaridad.                                                                forestal, etc.— a lo político —guerra civil y maquis de pos­

         Son circunstancias externas, nuevas y duras, a las que, por                                                             guerra, inmigración— y lo natural —orografía, aislamien­

         añadidura, se suman las internas y personales del individuo                                                             to—, aportando nuevos filones temáticos para la litertura.


         desplazado, tales como la resignación, el dolor, la tristeza, la                                                        En suma, sentimientos que son usados por una generación






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