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En la última década se han acentuado las corrientes cul Otro componente renovador y diferencial del nuevo siglo
turales que se iniciaron en las postrimerías del siglo pasado. es la transformación del concepto de la nación y la identidad
La más destacada es el debilitamiento de las fronteras que nacional de la cultura. Se ha ido agrandando la ruptura de
tradicionalmente habían servido para categorizar las mani las demarcaciones nacionales como los únicos entornos en los
festaciones culturales según clasificaciones jerárquicas que que situar necesariamente las manifestaciones culturales. No
juzgaban ciertas formas como más legítimas y valiosas que es que la referencia local no sea ya necesaria. Por el contrario,
otras. La división en cultura académica y cultura popular continúa siendo un componente determinante de los hechos
respondía a esta categorización. La estética posmoderna, con culturales. Lo que ocurre es que no es ya la única, ni siquiera
su proliferación de formas contrapuestas e hibridizadas, con la primaria. La nueva economía globalizada y con ella los mo
tribuyó al descrédito de esta jerarquización y su sustitución vimientos demográficos acelerados y las nuevas forma de co
por un modelo más inclusivo y diverso que se corresponde municación universal e inmediata a través de todo el mundo
con las sociedades integradoras de la diferencia que definen han ocasionado el que las manifestaciones culturales incor
la actualidad. poren activamente esta realidad.
La reversión de los cánones sociales y estéticos ha permi En el caso español, la novela de Javier Marías y el cine de
tido que se hayan legitimado académicamente formas cultu
rales que no quedaban incluidas dentro de la cultura elevada, Isabel Coixet son ejemplos. El primero ha redimensionado el
desde el cine a la televisión, la canción, la música popular y núcleo nacional de sus novelas hasta abarcar no solo la cultu
el arte de la calle. El temor del modernismo europeo de los ra en español sino también en inglés. Sus referentes espaciales
años veinte a que la “barbarie” desconocedora del archivo no son solo los españoles sino también los procedentes de la
cultural clásico invadiera y ocupara la sociedad se ha cumpli cultura anglófona, en particular, la inglesa. Oxford, Londres
do con creces: los otrora restringidos templos del saber han y Nueva York son algunos de los emplazamientos de sus tex
tenido que abrir sus puertas a voces, sonidos y textos nuevos tos y no solo de manera anecdótica y cosmética sino como
que incluyen desde el jazz a la cultura underground. Sin em marco central de ellos. La referencia no es solo una mera alu
bargo, los resultados no se han correspondido con el panora sión parcial sino que constituye el núcleo generador de la sig
ma devastador que figuras tan significativas como Toynbee, nificación textual que incluye, por ejemplo, los entresijos ín
Ortega y Gasset, d’Ors y Spengler habían augurado. En lugar timos de la vida académica en la prestigiosa universidad de
del desierto cultural que la invasión de los gustos y criterios Oxford (Todas las almas) o la cotidianeidad inmediata de la
de las “masas” supuestamente ciegas y torpes debía imponer vida en Inglaterra durante la segunda guerra mundial (Tu ros-
nos hallamos con una situación de mayor riqueza y comple tro mañana). Esos datos ponen de relieve un conocimiento
jidad que el reducto imponente pero estrecho de las culturas minucioso de la historia y la vida diaria inglesa y expansionan
selectas del pasado. el contexto de sus obras.
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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012