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También sería lícito preguntarse ¿hasta qué territorios
epistemológicos podemos llegar con la filología hispánica
como candil de avance? Si acudimos a los programas de filo-
logía hispánica de la universidad española, destacan algunas
competencias de los programas que animan al “estudio de
la realidad sociocultural donde se enmarca su origen y uso
[del lenguaje y, por extensión, de la producción literaria]”;
1
“transmitir información, ideas, problemas y soluciones a un
público tanto especializado como no especializado”; y “re-
2
lacionar los temas propios de la Filología con problemas de
orden antropológico y ético. En cierto modo, estarían pre-
3
vistas las competencias necesarias para llegar a la raíz de los
problemas que estamos tratando. Por ello, valoramos revisi-
tar los objetivos tradicionales y revisar las propuestas peda-
gógicas existentes. Nuestro parecer es que la filología eco-
logista, sea lo que venga a ser en un futuro, tiene recursos
suficientes para proponer el análisis crítico de los imagina-
rios ecocidas, extractivistas o desarrollistas que emanan de
los textos, así como para considerar sus conexiones con el
contexto eco-social —señalando, por ejemplo, la devasta-
ción del paisaje causada por la industria turística, como es
1 Grado en Filología Hispánica de la Universidad de Sevilla: https://
www.us.es/estudiar/que-estudiar/oferta-de-grados/grado-en-filolo-
gia-hispanica.
2 Grado en Filología Hispánica de la Universidad de Granada: https://
grados.ugr.es/hispanica/pages/titulacion/objetivos.
3 Grado en Filología de la Universidad de Navarra: https://www.unav.
edu/documents/4600824/30650965/Competencias_Grado+Filolo-
g%C3%Ada.pdf.
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Revist a de al ce s XXI
el caso de la narrativa distópica española más reciente—.
Debido a la amplitud de acercamientos, consideramos que
limitarse a examinar opciones veganas en Cervantes, esto
es, a la relectura en clave medioambiental de obras canóni-
cas, deja en el aire una pregunta: ¿qué pensamos que puede
hacer la filología en un marco en el que la continuidad de
la existencia humana como la conocemos hoy depende de
nuestras habilidades?
Conclusión
Convenimos con Marrero en —y aplaudimos— la necesi-
dad de interrogarse por la agencia de la filología hispánica
para que “se pongan en cuestión los principios que han con-
ducido a la humanidad al actual estado de crisis ecológica y
se ofrezcan espacios para el pensar alternativo y para la ima-
ginación constructiva de un futuro no catastrófico” (427).
Más allá del debate cíclico sobre la filología y los estudios
culturales, lo que nos parece claro es que la filología ecológi-
ca es un proyecto abierto y que será lo que cada una quiera
que sea. Confiada al placer estético o a la conexión del pro-
ducto cultural con su contexto, la extensión y el alcance de
esta disciplina, así como las relaciones inter- o transdiscipli-
narias con que se articulen, dependerán de la profundidad
crítica, el empuje epistemológico y el apremio por trascen-
der o reflotar modelos superados que cada una ejerza sobre
los materiales que seleccionamos, los objetivos que nos po-
nemos y las metodologías desde las que nos situamos.
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Número 7 , 2025