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Así pues, el enterismo no me parece que sea tanto “un pro- Cabildo Catedralicio, se niega a aceptar el mando del dele-
ceso de identificación con la idiosincrasia sevillana” (Jódar y gado del gobierno y toca a arrebato, lo que lleva a nazare-
Gómez 176) como un sinónimo de honestidad colindante nos, costaleros, capataces y demás miembros o seguidores
con la exasperación, lo que me lleva a recordar una afirma- de la procesión a arramblar con el cordón policial, en un fi-
ción del propio Sánchez al respecto de su obra para el dia- nal barroco trianero que aúna 15-M y Semana Santa.
rio El Mundo: En la confusión, nuestros protagonistas, que salían pre-
cisamente entonces del banco para entregarse, son dispara-
‘Una vez le escuché decir a Pérez Reverte que en sus artículos dos con la estampida, botín en mano. Si bien cuesta trabajo
de opinión escribe con tanta libertad que no deja de sorpren- seguirles entre la multitud, no cuesta ninguno imaginar ar
derle que se lo permitan’, confiesa Alfonso Sánchez. ‘A partir de Cabesa, que vuela, instigándonos a repetir aquello tan do-
muchos de sus textos, nosotros también nos concedemos la pa- liente de ‘Tos por iguales, valientes: a esta eh’; y ar Culebra,
tente de corso, nos proclamamos corsarios para plantear un es- que vuela más si cabe, dictando sentencia con un conclusi-
pectáculo libre de ataduras o convenciones políticas, sociales e
incluso dramáticas. Nos alejamos de los preceptos, de las reglas, vo “no ni ná”.
de las estructuras para dejar que simplemente brote el grito que He aquí el 15-M, de sevillanas maneras.
cualquier ciudadano con un mínimo de lucidez lleva atravesado
en la garganta’. (“Los compadres”)
He aquí a er Cabesa (y a er Culebra) el Lunes (Santo)
de 2012, a la sombra. Más allá de ahondar en el paralelis-
mo con la película de Aranoa con que abría este trabajo, la
apuesta por el título que doy al mismo se sustenta en un he-
cho incuestionable, aunque quizás no deje de ser anecdó-
tico. A saber, la única Hermandad que procesiona por esa
calle, San Jacinto, en día laborable es San Gonzalo, aunque
en El mundo es nuestro sea rebautizada como ‘del Santísimo
Cristo del Enterismo’. Tras años de no poder salir por aque-
llo de la lluvia, nada impedirá que la cofradía siga su ruta
camino de la Capilla del Carmen (del “Mayor Dolor” en la
película, 1h:26’:03’’). Aunque la policía les corta el paso, el
hermano mayor, amparado por la supuesta autoridad del
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Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024