Page 28 - Revista5

corporando la ideología neoliberal dando como resultado
la figura de la superwoman en que han de verse reflejadas las
personas con criaturas, la cual mezcla atributos de la tradi-
ción mariana —como la ternura, la incondicionalidad y la
abnegación— con aspectos relacionados con el neolibera-
lismo tales como la disponibilidad laboral absoluta, el éxi-
to profesional y, cabe añadir, tener un cuerpo perfecto de
acuerdo a unos cánones occidentales bastantes rígidos y to-
davía vigentes.
De tal modo, la maternidad es siempre ya un acto falli-
do y las madres encarnan el fracaso de su maternidad con
un sentimiento constante de culpa, inadecuación y miedo,
a pesar de que, como argumenta Rose, no debemos ver este
fracaso como algo trágico sino, por el contrario, normal y
parte de la tarea de ser madre:
But because mothers are seen as our point of entry into the
world, there is nothing easier than to make social deterioration
look like something that it is the sacred duty of mothers to pre-
vent –a type of socially upgraded version of the tendency in
modern families to blame mothers for everything. This neatly
makes mothers guilty, not just for the ills of the world, but also
for the rage that the unavoidable disappointments of an indi-
vidual life cannot help but provoke.
Pero como las madres son vistas como nuestro punto de entra-
da al mundo, no hay nada más fácil que hacer que el deterioro
social parezca algo que es deber sagrado de las madres prevenir
—un tipo de versión socialmente mejorada de la tendencia de
las familias modernas a culpar a las madres de todo—. Esto cla-
ramente hace que las madres se sientan culpables, no sólo por
28
Revist a de al ce s XXI
los males del mundo, sino también por la ira que las inevitables
decepciones de una vida individual no pueden evitar provocar
(nuestra trad.; 27).
Ante tal expectativa de fracaso, totalmente opuesta a la
que demanda el pensamiento neoliberal, la maternidad se
convierte en una fuente de conflictos, como vemos en las
autoras que se dan cita en este número. De ahí que algunas
madres lleguen a pensar que su maternidad ha sido un error
vital, a pesar de que deben guardar silencio respecto a tal
sentimiento, como la antropóloga Orna Donath ha analiza-
do en su estudio con madres israelíes. Según Donath, arre-
pentirse de ser madre provoca cólera y recelo debido, por
un lado, a la aureola de sacralidad que envuelve la materni-
dad en la cultura israelí, si bien en mayor medida son sen-
timientos que resultan de “una sociedad neoliberal y capi-
talista que rinde culto al espíritu del progreso mientras que
nos impele a diario a esforzarnos por la mejora personal y el
crecimiento”, lo cual lleva a concebir la maternidad como
fuente de felicidad (242). El mutismo ante la maternidad
entendida desde el arrepentimiento, la decepción o el error
contribuye a la fantasía de lo materno como un universo
igual de satisfactorio para todas las personas que desean ac-
ceder y dedicarse a él (desinteresada y gratuitamente).
Por este motivo, Beatriz Gimeno apuesta por la creación
de un discurso antimaternal que haga frente a la férrea ins-
titución materna como lugar prodigioso y central en la vida
de las mujeres donde deben y quieren estar:
29
Número 5 , 2021-2023