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ralismo actual. Todas estas problemáticas enfatizan que la rante las Jornadas virtuales en julio de 2020. En él compar-
maternidad “es la representación cultural más compleja que timos lecturas, ideas y problematizaciones que han alenta-
sobre la mujer se ha elaborado a lo largo de la Historia del do una reflexión común y diversas teorizaciones enfocadas a
pensamiento occidental” (Lozano Estivalis 141). Aunque la una crítica de los mecanismos y dispositivos de control neo-
valoración de la figura materna en el ámbito sociocultural liberal. Durante tres intensos días participamos en enrique-
se modifica y varía según las distintas épocas y contextos, cedores encuentros interdisciplinarios en los que pudimos
intereses económicos, demográficos y políticos, sigue sien- profundizar desde distintos ámbitos, como la antropología,
do un territorio sembrado de conflictos y contradicciones, la psicología, las ciencias sociales y los estudios culturales,
como se pone de manifiesto en la mayoría de los artículos los retos que plantea la reproducción social en un clima
que conforman este número. cada vez más marcado por el conflicto capital-vida. Mien-
Debido a la vinculación que el patriarcado ha estableci- tras discutimos y generamos saberes comunes, hemos ido
do con la maternidad, la compleja relación de los feminis- construyendo una comunidad de investigadoras que sigue
mos con la capacidad reproductora genera un gran número creciendo, compartiendo ideas y reflexiones, a través del se-
de reflexiones y representaciones que se enfrentan a la per- minario permanente. Este proyecto, por lo tanto, ha naci-
sistencia de actitudes heteronormativas ahora con un fuerte do y ha ido tomando cuerpo al tiempo que la pandemia de
barniz neoliberal. López Varela expone los efectos del mar- la COVID-19 nos forzaba a confinarnos en el espacio do-
keting maternal que desde las redes sociales y otros espacios méstico, exacerbando las desigualdades en cuanto al acceso
culturales imponen una nueva “mística de la maternidad” a ese deseado cuarto propio que hace ya casi un siglo teori-
(21), la cual, a pesar de los cambios acontecidos en España, zaba Virginia Woolf.
sigue insistiendo en que “en toda sociedad patriarcal la mu- Desde ese espacio, invadido por toda clase de actividades
jer entra en el orden simbólico sólo como madre” (Tubert productivas y reproductivas, apostamos por unas formas de
78). Debido a la incesante presión de adecuarse a estereo- pensar en común que nos permitan seguir tejiendo redes de
tipos maternos de diferente índole, asistimos a la prolifera- pensamiento y apoyo. Solo así ha sido posible llevar adelan-
ción de una pluralidad de representaciones de maternidades te este número gestado durante un momento excepcional
que invitan a un análisis crítico, frente a la avanzada de dis- de nuestra existencia. En otras palabras, el encierro al que
cursos neoconservadores a veces disfrazados de progresismo nos hemos visto abocadas ha sido un aliciente para congre-
y modernidad. gar a una comunidad de pensadoras que ha ido colaboran-
Como es tradición en esta constelación de saberes que se do y, finalmente, ha creado este número de la Revista. Si la
configura desde ALCESXXI, la idea de este número de la soledad, el aislamiento, la carga emocional y las tareas de
Revista surge del seminario homónimo que celebramos du- cuidados nos han atravesado e interpelado, como pensado-
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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023
