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rios para que el lector interaccione con un texto digital, así   Partiendo de la ciudadanía digital como un concepto di-

 como los del autor que le permiten aprovechar de diferen-  námico cuyo significado va ampliándose de acuerdo con la

 tes espacios digitales para crear, difundir y promocionar su   demografía de los usuarios, el autor dedica varias páginas a

 obra. La última parte de este primer capítulo introduce el   los datos publicados sobre las tasas de acceso al internet en

 concepto del blog como un espacio para una crítica litera-  diferentes países. El estudio cuantitativo continúa en la úl-

 ria nueva, junto con una descripción preliminar de lo que   tima parte del capítulo, titulado “Consumo cultural en el

 constituye la blogosfera y quienes son sus participantes. De   espacio de la red”, en la que se ponen de relieve datos refe-


 ahí se desprende el cuerpo del estudio (Capítulos 2, 3 y 4)   rentes al libro impreso en España y comparando las corres-

 que aborda la bitácora como ciberliteratura y la recepción   pondientes tasas de consumo no solo con las de los textos

 crítica del mismo, sus viabilidades y el choque/acogimien-  digitales, sino también con las de otros productos de con-

 to por parte de las editoriales tradicionales. Finalmente, el   sumo cultural como el teatro y la música. Escandell intro-

 autor profundiza más en la narrativa blogonovelística y en   duce el término cultura 2.0 (82) para resumir sus conclusio-

 particular el personaje-avatar —de quien dependen los de-  nes referentes a la cultural de/en la red, siendo la diferencia

 más elementos narrativos— y las ramificaciones del mismo   principal la falta de jerarquía; es decir, los usuarios tienen


 tanto en el Ciberespacio como en la conversión de la blogo-  igualdad de acceso a los papeles de creador, crítico, editorial

 novela a versión impresa.  y audiencia, según la publicación y las metas del usuario.

 En el Capítulo 2, “La cultura de/en la red”, Escandell   El Capítulo 3, “La blogosfera” se divide en siete sub-sec-

 abarca el debate milenario sobre lo que constituye la cultu-  ciones en las que el autor analiza el blog como “espacio de

 ra y a quién le corresponde decidirlo. Sin lugar a dudas, la   publicación” (87), fenómeno y negocio, profundizando ade-

 nuestra es la sociedad de la información, gracias a las tecno-  más en las redes sociales, el homo blogger (117) y la blogos-

 logías de la información y la comunicación (TIC), las que   fera como una comunidad de normas culturales y sociales

 han logrado interconectar el mundo. Sin embargo, no to-  distintivas. Como en el capítulo anterior, Escandell incor-

 dos disfrutamos de la misma accesibilidad hacia estas; asi-  pora datos relevantes añadiendo también, con parsimonia,


 mismo, cuantiosas personas con acceso se niegan a interac-  pantallazos ilustrativos.

 tuar con las TIC por fobia a todo lo tecnológico o por el   El núcleo del tercer capítulo radica en el concepto del

 esnobismo. Los críticos literarios, por ejemplo, suelen ver la   blog como una “conversación abierta” (85) en la que la voz

 literatura digital con cierto desdén y, por consiguiente, tam-  y presencia intransferible del yo autor distinguen la bitáco-

 bién la actividad intelectual alrededor de ella. En parte, es-  ra de otros espacios de diálogo en la red. El análisis en sí se

 tas aprensiones surgen de la idea de que en el espacio digital   desprende de una explicación de los formatos visuales del

 corrompe el lenguaje y, por otra parte, de antiguas nociones   blog y un resumen de los programas de software más po-


 clasicistas de cómo acercarse a un texto.   pulares entre los blogueros. Estos párrafos descriptivos pa-






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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  3 , 2016-2017
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