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pacio privado, una casa, un techo: condición fundamental lidad de “acción” estaba en gestos como ése: un comentario
para la participación política de acuerdo con Arendt. Vemos, de apoyo, difusión en las redes, seguimiento. Miles de ciu-
mes tras mes, año tras año, ejemplos de luchas que se anclan dadanos y ciudadanas aparecimos en aquella movilización
en la fundamental vulnerabilidad que nos afecta como per- llamada “Rodea el Congreso” pero ella no pudo —y yo me
sonas y cosas de la naturaleza, y que la larga crisis ha dejado negué—. Su historia y circunstancias me saltaban a la cara
bien al descubierto y hemos empezado a tratar, mediante el con la dicotomía esencial entre estar y no estar, con el peso
pensamiento de índole feminista, como un imprescindible simbólico de cada uno de esos estados. Contamos las mani-
marco de pensamiento: ya sea la defensa del derecho a aten- festaciones según la cantidad de personas que acudió a ellas;
ción sanitaria de personas “sin papeles” o la resistencia y ac- qué locura sería poder contar a las personas que no podían
ción en torno a una vivienda privada con amenaza de de- acudir. La “acción”, en definitiva, reservada a algunos suje-
molición, como en el caso madrileño de Ofelia Nieto 29, o tos. En esta ola de re-politización masiva de la sociedad es-
las movilizaciones que visibilizan la emigración de los más pañola, fue importante durante un tiempo decir alto y cla-
jóvenes, sin futuro a la vista. O los miles, millones de des- ro que se trataba de cuidarnos para mantener la posibilidad
ahucios de una familia de su casa, en sus diversas formas y de la política de “cualquiera”. Aún no habíamos aprendido
en su brutalidad constante. a “integrarnos” del todo, en cualquier caso, y renació (o ja-
No hay nada que no pueda dar lugar a la política. Como más había desaparecido) la épica activista sobre los espacios
no hay nada que no pueda dar lugar a la escritura. de aparición, llámense “asambleas” o “concentraciones”.
Cualquiera de esas opciones, estar o no estar, sin atribu-
Qué participación es política, qué es política tos demarcados, genera una diferencia de visibilidad y, al
cabo, de “prestigio”. Pero no pensemos en ello, pensemos
Cuando empecé a idear este ensayo (que después pasaría a en situar la palabra “política”. Estar o no estar. La genera-
formar parte de un libro), escribí un texto llamado “Radi- ción de espacios de exclusión en lugar de lo contrario.
calizar los cuidados”, que publiqué en mi blog y que se re- La diferencia entre la cantidad de veces que aparece el
plicó en una web colectiva. Una persona dejó un extenso nombre de Pablo Iglesias en los medios y las que aparece el
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comentario: se identificaba con él por vivir forzosamente nombre de esta mujer. La respuesta a la pregunta “¿Quién
en la retaguardia no compartible, sufriendo una enferme- es político?”.
dad crónica en la que no podía salir de casa, toda su posibi- En nuestras enunciaciones corrientes, en el cotidiano, en
la planificación y organización activista y en los espacios de
participación es imprescindible un proceso de relativizar la
5 Madrilonia, septiembre 2012:
<https://web.archive.org/web/20121003042233/http://www.madrilo- política. Una enorme diversidad de personas, muchas no-
nia.org/2012/10/radicalizar-los-cuidados/>. vísimas, participando de esa experiencia suponía necesaria-
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017