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nuar estando presente en la movilización/organización es la A varios años del 15M: las asambleas se van abandonan-
sostenibilidad de la propia vida frente a las exigencias de la do y continúan sostenidas por individuos que, por el mo-
“militancia”. En tales términos se plantea en el texto y, aun- mento, mantienen su propia vulnerabilidad a raya o capean
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que lo tomo tan sólo como síntoma, “organizaciones” tales los temporales personales sin hacerlos visibles (políticos).
como la continuidad del 15M han adolecido de una incapa- Los espacios se vacían por muchos motivos, es una intui-
cidad para “integrar la propia vida” en sus actividades, apos- ción que son las propias consecuencias de la “labor” en el
tando por un funcionamiento que sigue invisibilizando en sentido arendtiano, la atención a las necesidades de repro-
buena medida la “esfera privada” de sus individuos. Ponién- ducción, uno de los más importantes. Hay muchas formas
donos en lo concreto: personas que deben tomar la decisión de “organización”, y no son las asambleas de barrio las me-
de emigrar, personas que encuentran situaciones de desem- nos permeables a la incorporación de las circunstancias de
pleo largas, que cuidan a mayores y enfermos, que tiene hi- las personas que las componen: por ser espacios de cercanía
jos y crían… Personas que deciden simplemente dedicarse y generación de redes de vecindad, son muchas las que han
a lo suyo, o aquellas que están conformes con su “participa- encontrado en esas redes una forma de enfrentar sus proble-
ción” democrática vía urnas cada equis años. mas, una parte de sus necesidades de sostenimiento.
No pretendo ser injusta con los espacios asamblearios Trato de señalar de una manera calmada, porque voy
como los 15M de barrio sino todo lo contrario: muy justa. aprendiendo, porque vuelvo a ver sus síntomas y porque la
Las organizaciones que estamos explorando y experimen- preocupación por el vaciamiento de los espacios post-15M
tando desde entonces (momento de irrupción en la “esfera va más allá de la asamblea del Barrio del Pilar, que no es po-
pública” para muchos de nosotros) viven con mayor o me- sible la construcción de espacios políticos que no tengan en
nor conflicto el hecho de que su pervivencia depende de la cuenta, en sí mismos, las potencias y heridas de cada uno de
sostenibilidad de sus individuos. sus individuos. O bien, que nuestra idea de política sigue
La dialéctica está en: o bien se visibiliza esa vulnerabili- siendo, a pesar de todo lo andado, una que da por sentado
dad constitutiva de quienes componen/producen estos es- la atención privada a las necesidades privadas, y por tanto la
pacios (quiere decir: se politiza). O se invisibiliza, guardada desatención de las organizaciones a las vulnerabilidades de
en las arcas de la esfera privada, en pos de seguir producien- quienes lo componen.
do espacios políticos eficientes, como se ha hecho hasta aquí. Así y todo, vemos a nuestro alrededor muchas formas de
Con comunicados como ése, diríamos que nuestros “mili- organización política que parten de situaciones de debili-
tantes” de hoy se parecen bastante a los de siempre. dad/vulnerabilidad de las personas. No es un ejemplo me-
nor, sino mayúsculo, todo lo generado en grupos de lucha
por la vivienda (PAHs, Stop Desahucios), cuyo motivo de
4 Y no podemos dejar de leer estos cánticos y pensar “cómo estarán de
fuertes los círculos dentro de cuatro años”. existencia es que todas y cada una puedan contar con su es-
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017