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Por una parte, la gran mayoría de personas que traba- do en una dirección más significativa y más crítica al cen-
jan en los estudios peninsulares o ibéricos no parecen ha- trarse en la naturaleza epistemológica y sistémica de la crisis
ber reaccionado en absoluto a los desafíos del Antropoce- actual, pero sin casi nunca llegar a sumergirse del todo en
no. Seguimos investigando y enseñando como si nuestra la complejidad de las humanidades ambientales. Creo que
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cultura económica no estuviese aniquilando la vida plane- la crítica cultural española podría reforzar dicha dirección y
taria. La crisis ecológica, inexplicable dadas sus dimensio- fortalecerse haciendo hincapié al mismo tiempo en la crisis
nes actuales, sigue siendo un punto muerto para los estu- ecológica que, de momento, sigue siendo uno de los aspec-
dios culturales y literarios españoles. Por otra parte, desde tos más ignorados en nuestro campo.
el 2011, algunos sectores de nuestro campo están avanzan- Thomas Piketty, uno de los economistas más populares
actualmente, adolece de la misma ceguera que los estudios
peninsulares. Piketty utiliza una masa ingente de datos para
2 Término acuñado por Paul Crutzen en el año 2000 para marcar una demostrar que, históricamente, las dinámicas del capitalis-
nueva época en la que la actividad humana desata una fuerza biogeofí- mo tienden a incrementar rápidamente la desigualdad (so-
sica global que está transformando rápidamente el Sistema Tierra (véase
Steffen, Will, Paul J. Crutzen and John R. McNeill); en el 2009, Rocks- bre todo cuando se ralentiza el crecimiento), lo que le lle-
trom et al “define [nine] planetary boundaries within which we expect va a proponer políticas para generar un capitalismo global
that humanity can operate safely. Transgressing one or more planetary regulado y menos desigual para el siglo XXI. Sin embar-
boundaries may be deleterious or even catastrophic due to the risk of go, Piketty se olvida de mencionar que la desigualdad no
crossing thresholds that will trigger non-linear, abrupt environmental 3
change” (“definen [nueve] límites planetarios dentro de los cuales se es- es el único problema inherente al capitalismo. De hecho,
pera que la humanidad pueda operar de forma segura. La transgresión la principal limitación para el capitalismo ahora mismo es
de uno o más límites planetarios puede ser perjudicial o incluso catas- ecológica, puesto que su metabolismo —en su tendencia ex-
trófica debido al riesgo de cruzar umbrales que desencadenen cambios pansiva— está chocando con los límites biofísicos del pla-
no-lineales y abruptos en el ambiente”). Los autores “estimate that hu- 4
manity has already transgressed three planetary boundaries: for climate neta. Más aún, el crecimiento económico actual depende
change, rate of biodiversity loss, and changes to the global nitrogen cy- de la disponibilidad de energía y de materiales abundantes y
cle” (“estiman que la humanidad ya ha transgredido tres límites plane- baratos. Teniendo en cuenta los picos de producción de los
tarios: para el cambio climático, para la tasa de pérdida de la biodiversi- combustibles fósiles y la decreciente tasa de retorno ener-
dad y para los cambios en el ciclo global del nitrógeno”). El informe de
2014 del IPCC y un informe reciente de NASA —entes que son bien gético global, la continuidad del abastecimiento energéti-
conocidos por su histórica falta de alarmismo— sugieren que, si con-
tinúa la presente tendencia, es posible que la humanidad se enfrente a
consecuencias catastróficas inminentes. Aunque el término “Antropoce- 3 Véase el artículo de Noel Ortega.
no” puede ser conceptualmente útil, resulta muy problemático debido a
que pone a todos los humanos en el mismo saco. Personalmente prefiero 4 Para una explicación de los límites planetarios, véase el texto de
el término “Capitaloceno”. Rockstrom et al.
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017