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ticiamente sin combatir violentamente por ellos, como las Las economías alternativas, aunque todavía marginales,
malas yerbas que crecen en los monocultivos superándolos cubren con su red cada vez más superficie del planeta, ela-
poco a poco mientras se transforman por dentro adquirien- borando estrategias de democracia, producción, colabora-
do resistencia a los pesticidas. Plantar y plantarse en las pla- ción, ayuda mutua, reparto y reciclaje, que poco a poco
zas, echar raíces y transformar la vida radicalmente. podrían introducirse, aunque sea en parte, en la economía
Según Bernard Lietaer, economista que promueve las global, transformándola de modo benéfico para la vida en el
economías alternativas asistiendo a varias comunidades en planeta, o bien ayudando a sobrevivir a sus miembros cuan-
la construcción de las monedas locales, el más optimista de do la economía global falle.
los escenarios futuros es precisamente un cambio paulatino
del sistema global simultáneamente presionado y asistido
por las economías locales alternativas. En un escenario ca-
tastrófico, cada vez más inminente, la existencia de las eco-
nomías locales que fortalecen las comunidades particulares
y, como resultado, también el sistema global, permitiría evi-
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tar un colapso total que podría resultar en un apocalipsis.
Esta es también la visión de Jorge Riechmann, quien en Au-
toconstrucción considera que debido a los avances del calen-
tamiento global es demasiado tarde para transformar el sis-
tema y evitar la catástrofe y que, por lo tanto, nuestra tarea
hoy en día consiste en tratar de aliviar sus efectos:
tenemos que tratar de ganar resiliencia para los tiempos
durísimos que vienen... Eso quiere decir: intentar ma-
niobrar con alguna habilidad el Titanic que inexorable-
mente va a hundirse —pero no con la expectativa de
evitar el naufragio, sino sólo de crear mejores condicio-
nes para el salvamento de los pasajeros. (107)
24 El colapso total del sistema, en la opinión de Lietaer, tendría unas
consecuencias profundamente negativas. Incluso si las economías alter-
nativas lograran salvar sus comunidades de la muerte, su aislamiento lle-
varía con gran probabilidad al surgimiento de fundamentalismos locales
tal y como ocurrió en la época medieval.
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017