Page 336 - Revista1
P. 336
de la vida. Tanto debido a su conciencia de insignificancia de la o algo similar? ¿No es urgente, en cierto sentido, y si es ello
vida como a pesar de ésta, puede forjar un sentido de finalidad posible, reinventarnos?
y afirmación completamente nuevos. Tal vez no vuelva a expe-
rimentar la misma capacidad de maravillarse con la que nació,
pero puede dar forma a algo mucho más duradero y sustancial. Si, según las afirmaciones de Debord, es cierto que por primera
Lo más aterrador del universo no es que sea hostil, sino que sea vez en su historia “el dominio del espectáculo ha podido edu-
indiferente. Pero si podemos aceptar esta indiferencia y los retos car a una generación sometida a sus leyes”, debemos llegar a la
de la vida dentro de los límites de la muerte, por muy mutables conclusión de que, en la guerra que le enfrenta a la humani-
que el hombre pueda hacerlos, nuestra existencia como especie dad, el capitalismo parece haber adquirido mucha ventaja des-
puede tener un significado y una realización genuinos. Por muy de hace treinta años. Es como si todos los dueños del planeta
vasta que sea la oscuridad, debemos proporcionar nuestra pro- hubieran aceptado como divisa una forma inversa de la célebre
pia luz, frase de Max Plank: “la mentira nunca triunfa, pero sus adver-
sarios acabarán por morir”. Si ésta es su estrategia, y si, además,
PLAYBOY: ¿Seremos capaces de encontrar un significado a las cosas las cosas han llegado al estado que he descrito, entonces la ta-
o llegaremos a completar algo, como individuos o como especie, mien- rea del hombre se revela realmente complicada. Por un lado, es
tras continuemos viviendo con el conocimiento de que toda vida hu- evidente que cada día somos más conscientes de que el “movi-
mana podría ser apagada en cualquier momento por una catástrofe miento que destruye las condiciones existentes” —esto es, el sis-
nuclear? tema capitalista— conduce a la humanidad a un mundo inha-
bitable ecológicamente e imposible antropológicamente. Pero,
KUBRICK: Debemos, ya que, a fin de cuentas, la única forma por otro, también sabemos que sólo será posible oponerse a este
de eliminar la amenaza de autoextinción es quizá cambiar la na- movimiento histórico suicida —es decir, algo tan simple como
turaleza humana. salvar el mundo— si, y sólo si, las generaciones venideras acep-
Alison Castle, tan retomar esta responsabilidad a su cargo.
Los archivos personales de Stanley Kubrick, Jean Claude Michea,
Taschen, 2005.
La escuela de la ignorancia,
Acuarela libros, 2002.
¿Será entonces que la masa y el individuo son conceptos en
sí mismo antagónicos, y es labor urgente de cada uno de
nosotros, por tanto, el decidir a cuál de estos dos géneros de La plebe nunca puede rebelarse si no es conservadora, al menos
lo bastante como para haber conservado alguna razón para re-
lo humano queremos pertenecer? Y si la masa, como fácil- belarse.
mente podemos constatar, ha sido siempre la negación del
individuo, y en las condiciones capitalistas, para las cuales G. K. Chesterton,
vamos siendo día a día condicionados y adoctrinados, su- Lo que está mal en el mundo,
Ciudadela, 2006.
pone la forma humana por excelencia, ¿no se impone en-
tonces el alumbramiento de un nuevo estado de conciencia
336 337
Revist a de alces XXI Número 1 , 2013