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El director de cine Stanley Kubrick, reflexionando en una Masa versus individuo

entrevista acerca de las complejidades de vivir en la era ató- La historia de Claude Eatherly es tan paradigmática que

mica (recordemos que él dirigió la más aguda sátira antibe- casi parece responder a una narración inventada, heroica,

licista jamás hecha para la pantalla, Dr. Strangelove o Telé- mitológica, y sin embargo es cierta. Justamente lo contra-

fono rojo, volamos hacia Moscú en su delirante traducción al rio que nuestros Tres Mitos Fundacionales, redactados en-

castellano), alude también a esa exigencia de priorización y tre sombríos despachos y carentes por completo de heroici-

abstracción del pensamiento, máxime para entender y asi- dad alguna.

milar en su totalidad cuestiones tan alarmantes e inabarca- Es la historia del individuo que, en completa soledad e in-

bles para el ciudadano medio como el enfrentamiento nu- comprensión, se erige como garante único de la conciencia

clear o el cambio climático: y lo humano en un páramo de inmoralidad e inconsciencia

colectiva. Un hombre que renuncia, y eso es crucial, a las
Muy poca gente tiene interés en las ideas abstractas, un número ventajas indudables de “integrarse” (en su caso ser un hé-

menor, muy minoritario, contempla esas ideas abstractas, y una roe nacional), para sentirse coherente con algo tan esquivo

minoría aún más ínfima asume estas abstracciones emocional-
mente. y etéreo como la justicia, como el sentimiento de humani-
dad. Aquí asistimos por vez primera a esa incompatibilidad

Es realmente interesante esta observación, en tanto alude a de la vida moderna entre comportarse como un individuo

la razón (capacidad de abstracción) y a la emoción (capa- libre, pleno y responsable de sus actos, y el formar parte de

cidad de sentir) como dos procesos recíprocos y comple- la masa, de ese magma inercial donde queda anulado todo

mentarios, imprescindibles los dos para hacerse una idea pensamiento y toda conciencia.

completa de las cosas. Esa razón instrumental de la que ha-

blábamos antes, la que calcula dígito a dígito los billones Por muchas vueltas que le doy —decía Mairena— no hallo ma-

de cifras que cada segundo regulan la economía mundial, nera de sumar individuos. Antonio Machado,

la misma que emplearon los nazis para destruir sistemática Juan de Mairena,

y fríamente a millones de humanos, y la que permite a sus Alianza editorial, 2004.

sucesores construir un escudo antimisiles o derretir un con-

tinente, esa razón no tiene nada de razonable en tanto no va En todas partes el ciudadano ordinario tiene un código moral

acompañada de un sustrato emocional común. muy superior al del gobierno al que debe fidelidad.

Razonar y sentir son, pues, la base de la conducta moral, Henry David Thoreau,
Walden,
y sin la comunión de las dos la conciencia sencillamente se Parsifal ediciones, 1989.

desvanece.

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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013