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lismo— de que cada cosa debe ser conservada, al menos en su in- entonces anticiparse a las consecuencias del modo de vida
terior; de que cada ejemplar es irrenunciable para el conjunto. que se imponía y a sus incuestionables bondades.

Santiago Alba Rico,
Leer con niños, ‘En la actualidad los seres humanos están desarrollando un ex-

Caballo de Troya, 2007. perimento geofísico a gran escala, de un tipo que no podía ha-
berse producido en el pasado, ni podrá repetirse en el futuro. Es-

Pues bien, si convenimos que la humanidad siempre se ha tamos evaporando e incorporando al aire el petróleo, el carbón

organizado conforme a relatos, mitos o lugares comunes, y el gas natural que se acumularon en la Tierra en los 500 mi-

¿cuáles serían entonces esos mitos que los relatos de nuestro llones de años anteriores. Esto puede tener un profundo efecto
sobre el clima’, escribían los científicos estadounidenses Roger
tiempo, esos que acaban siempre con una misma moraleja, Revelle y Hans Suess en 1957, cuando comenzaban las medi-

esconden en sus entrañas? ciones sistemáticas del nivel de dióxido de carbono en la atmós-

fera terrestre.

Los mitos nuestros de cada día Jorge Reichman,

Vivir (bien) con menos,
Mito: narración puntual y simbólica que, con demasiada e Icaria ediciones. 2007.

infausta frecuencia, a lo largo de todas las épocas, se meta-

morfosea en verdad histórica e inamovible.
Mito 2: El libre mercado como único sistema posible

Mito 1: El crecimiento perpetuo Esto ha quedado patente tras su ‘triunfo’ en la guerra fría,

Algo que no se puede ni se debe parar, pues encarna en sí porque históricamente se ha demostrado que otros inten-

mismo el impulso primordial del ser humano por ir a más; tos de racionalizar el gobierno de lo humano y repartir las

su destino. Sería el raquítico hueso que ha quedado después riquezas del planeta mediante criterios de igualdad han ter-

de haberse marchitado y corrompido hasta perder toda cre- minado degenerando en regímenes aún más temibles, tirá-

dibilidad aquel goloso fruto del progreso decimonónico y nicos e insatisfactorios. Es el fin de la historia y la muerte de

su fe en un futuro siempre mejor. las ideologías, y el inicio de la utopía democrática, liberal y

Esa fe alcanzó tal vez su punto álgido en la posguerra en global del capitalismo (¡hasta el infinito... y más allá!). Pues

los EEUU, cuando el país se afianza como primera potencia tal y como argumenta Slavoj Žižek, el entusiasta y contro-

mundial y la economía del consumo comienza a adquirir vertido filósofo esloveno, así parece ser después de todo: “Si

su dimensión actual. Mientras aquellos ciudadanos soña- nosotros entendemos por utopía las cosas que son imposi-

ban con ir en pocas décadas al trabajo en helicópteros uni- bles, entonces la verdadera utopía es que el actual capitalis-

personales, tal y como les anunciaba la emergente y risueña mo global va a seguir para siempre”.

publicidad de aquellos años, algunos científicos parecían ya

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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013