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caracteriza por la desvinculación de la actividad económica   tante, en beneficio del argumento que aquí importa, con-

 respecto de las metas sociales e, igualmente, por considerar   viene resaltar lo ya sabido:

 como asuntos externos a la economía —externalities— la   i. Las  investigaciones  de  Robert  Brenner  y  el  debate

 generalidad de los impactos de su actividad que van en de-  subsecuente sobre el origen agrario del capitalismo en

 trimento de la vida humana y de la naturaleza?  Inglaterra,  ahora recogidos en forma sucinta con in-
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 Parte importante del desconcierto que padecemos deri-  formación adicional en el libro que Meiksins Wood

 va, como argumenta Meiksins Wood, de una serie de iden-  dedica al origen del capitalismo, han consolidado la

 tificaciones que se aceptan acríticamente, y entre ellas, muy   tesis de una salida múltiple a la crisis del feudalismo

 significativamente, las que igualan al burgués con el capi-  medieval.

 talista y el capitalismo con la modernidad. A causa de estos

 prejuicios, fenómenos como el movimiento ilustrado ter-  ii. Esta crisis concluye en Inglaterra con la aparición de

 minan indisolublemente asociados al desarrollo del capita-  relaciones  sociales  de  propiedad  capitalistas  en  un

 lismo. Y el proceso que dio lugar a lo mejor de la Ilustración   contexto político de fragmentación de la soberanía

 —esas cualidades admirables de la resistencia al poder ar-  menos acusada que en otros lugares de Europa —en


 bitrario, del compromiso con la emancipación humana en   particular, Francia—.

 un sentido universal y del cuestionamiento crítico de todo

 tipo de autoridad, sea intelectual, política o religiosa— se   iii.En el continente, y específicamente en Francia y en

 termina igualando con el proceso que nos trajo la organiza-  Castilla, la crisis bajomedieval se terminará resolvien-

 ción capitalista de la producción. Decepcionante corolario,   do en forma de feudalismo absolutista. Lo que aho-

 ya que el afán por mejorar la humanidad se degrada al ser   ra conviene retener en conexión con esta afirmación

 reducido a una defensa de la propiedad privada o a una op-  es lo siguiente: el absolutismo no es una fase de tran-
                    sición entre el feudalismo medieval y el capitalismo,
 timización de las tecnologías del beneficio económico (Ori-  sino un modelo alternativo de sociedad basado en re-

 gin 106, 112). Urge, por tanto, mayor precisión en la inves-  laciones de propiedad distintas de las que predomi-

 tigación de las fuentes de la modernidad.  nan en el capitalismo.

 El objetivo ha de ser, propongo, el descubrir la genealo-

 gía de las corrientes constructivas y destructivas de la mo-  iv. La  presión  competitiva  del imperialismo británico,

 dernidad para, a continuación, explorar la posibilidad de la   canalizada a través del sistema de relaciones interesta-

 existencia de una modernidad crítica alternativa que poda-


 mos oponer al irracionalismo capitalista. Por supuesto, no   25  Los trabajos centrales están editados por T. H. Aston y C. H. E. Phil-

 es este el lugar apropiado para intentar tal empresa. No obs-  pin —ver bibliografía—.









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 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  1 , 2013
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