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cía? Hablar de literatura y mercado suele llevar consigo —si   potencial fertilidad de una aproximación cuantitativa al es­

 uno es amante o estudioso de la literatura y no, pongamos   tudio de los fenómenos literarios. “¿Qué ocurriría —se pre­

 por caso, un inversor en un grupo editorial— el posicionar­  gunta Moretti— si prestamos atención no a los textos excep­


 se casi automáticamente en una actitud defensiva o al menos   cionales, sino a la masa ingente de hechos literarios?” (67).

 protectora: para algunos, es nuestro deber moral proteger al   Según Moretti, ese tipo de análisis “distanciado” de los tex­

 arte de las acometidas de los intereses mercantiles, evitar que   tos puede revelar un panorama de relaciones históricas y sis­


 la literatura se convierta en mercancía, en producto de com­  témicas que de otro modo permanecen ocultas al tipo de lec­

 pra y venta.  tura atenta y cercana al texto (close reading) que constituye el


 Y, sin embargo, es gracias precisamente a la compra y   pilar metodológico fundamental de nuestra disciplina, y que

 venta de libros —a la existencia de editoriales, distribuido­  es una práctica crítica que no sólo se nos suele dar mejor a los

 ras y librerías donde se venden— que accedemos a la litera­  estudiantes y estudiosos de lo literario, sino que ciertamente


 tura. No se trata ahora de lamentar o de celebrar la existen­  produce más satisfacción.

 cia del mercado, sino de contar con él a la hora de analizar   Para ver la literatura española “desde lejos”, como pro­

 el fenó meno literario. Y esto no sólo es pertinente, creo yo,   pone Moretti, es necesario acometer un análisis de la pro­


 para lo que se suele llamar sociología de la literatura —y que   ducción editorial, tarea sin duda tediosa y a menudo poco

 con demasiada frecuencia se considera algo prescindible o   gratificante que con frecuencia ha quedado fuera de las prio­
         ridades de los estudios literarios, campo en el que tradicio­
 irrelevante en estudios cualitativos de las letras— sino para   nalmente —y no sin justificado motivo— se ha privilegia­


 la configuración o conceptualización misma de lo literario   do el comentario detallado y cualitativo de la obra singular

 como objeto de estudio. Sin un entendimiento de la realidad   por encima de la mirada cuantitativa sobre el conjunto de


 material de lo literario corremos el riesgo de perder de vista   datos generales. Las dos fuentes más importantes para este

 el contexto de creación, producción, circulación y recepción   tipo de estudio son: la Panorámica de la edición española de

 en el cual operan los textos individuales y las relaciones sisté­  libros publicada anualmente por el Ministerio de Cultura, y


 micas que configuran el marco de existencia de la institución   que se elabora a partir de los datos de la agencia española del

 social que denominamos literatura.  ISBN; y los informes anuales de la Federación de Gremios

 Franco Moretti —en una serie de artículos originalmen­  de Editores de España sobre el Comercio interior del libro en


 te publicados en New Left Review en 2003 y recogidos en   España y el Comercio exterior del libro, estudios elaborados

 forma de libro en Graphs, Maps, Trees: Abstract Models for   a partir de la información proporcionada por las empresas

 Literary History (2005), traducido al español como La lite-  editoriales asociadas. Los datos de estos estudios no siempre


 ratura vista desde lejos (2007)— ha defendido la necesidad y   coinciden, dado que el universo cubierto por la agencia del






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 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  0 , 2012
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