Movimientos sociales, cambio político y destropulismo digital.
UN SEMINARIO SOBRE AGENDAS, MARCOS Y ESPACIOS DE DISCURSO
En las dos últimas décadas, la esfera pública central española estuvo sujeta a tensiones crecientes con las periferias político-informativas. Las movilizaciones con base digital se sucedieron a partir del 13M de 2004. Denunciaron el bulo del Gobierno sobre los atentados yihadistas en Madrid y supusieron la quiebra de la esfera pública de la Cultura de la Transición.
Las dinámicas discursivas y movimentistas que abrió la cibermultitud del SMS «PÁSALO» – el 13M de 2004 – cristalizaron en las movilizaciones del 11M (2011). El quincemayismo representó un consenso transversal y crítico con el régimen del 78. Pero el mercado electoral y mediático desplazaron, primando la mercadotecnia electoral, el astroturfing y el destropopulismo.
Las dinámicas discursivas y movimentistas que abrió la cibermultitud del SMS «PÁSALO» – el 13M de 2004 – cristalizaron en las movilizaciones del 11M (2011). El quincemayismo representó un consenso transversal y crítico con el régimen del 78. Pero el mercado electoral y mediático desplazaron, primando la mercadotecnia electoral, el astroturfing y el destropopulismo.
En el campo político-electoral, el resultado es la “pseudocracia”: un régimen que otorga poder a quién mejor miente y nos convierte en viralizadores de su mentira.
A lo largo del siglo XX, la propaganda se disfraza de “pseudoinformación” – mal llamada fake news- que el destropopulismo viraliza en su estrategia de “incomunicación antipolítica”.
A lo largo del siglo XX, la propaganda se disfraza de “pseudoinformación” – mal llamada fake news- que el destropopulismo viraliza en su estrategia de “incomunicación antipolítica”.
A efectos prácticos, se propone anclar los debates anteriores en DOS CASOS-EJEMPLOS, muy ligados:
- Cómo el partido (Unidas) Podemos empleó la tecnopolítica digital para lanzar un discurso contra-hegemónico tomado del 15M. Pero ha sido desplazado por la (ultra)derecha. El destropopulismo que practican PP y Vox moviliza el legado (tardo)franquista y una agenda (ultra)liberal. Mientras despliegan guerras culturales, experimentan, respectivamente, una resiliencia y un avance electoral notable.
- La persistencia del discurso anti-terrorista – aún centrado en ETA a 10 años de su desaparición – para deslegitimar los gobiernos y la agendas de progreso en alianza con las periferias soberanistas.
A la vista de las dinámicas anteriores, se antoja necesario un debate sobre los espacios y discursos de cambio social que parecen experimentar una regresión. ¿Es cierto? ¿Puede revertirse? Entonces, ¿cómo?