Todxs lxs que estamos aquí somos lo que llama Toni Cade Bambara (citada en Salamishah Tillet, “Make Revolution Irresistible: The Role of the Cultural Worker in the Twenty-First Century”, PMLA 130:2 (March 2015): 481-87) “obreros de cultura” (“culture workers”) y, por ende, nuestra creación de cultura y nuestros análisis de esta cultura tienen todo que ver con la manera de que existimos en el mundo y de que animamos a nuestros colegas, alumnos y familiares a existir en el mundo.
En varios sectores, el activismo, y específicamente el activismo feminista, se vive solo como pasatiempo, algo que se practica fuera del ámbito laboral, para así evitar prejuicios, repercusiones y obstáculos en el trabajo (todos peligros legítimos). Sin embargo, si seguimos separando nuestras vidas laborales de nuestras vidas personales y políticas, nunca lograremos integrar un verdadero feminismo interseccional ni una verdadera igualdad en nuestro mundo.
Este taller pretende presentar y analizar algunos ejemplos de la incorporación del activismo feminista en la vida del trabajo (es decir, en la vida de los obreros individuales, en la del colectivo que forma el lugar de trabajo y en la del trabajo en sí), así valorando la labor extra del activismo y reconociendo los peligros, riesgos y repercusiones al respecto. Los ejemplos abarcan varias profesiones—la periodística, la docente y la artística.
Mediante estos ejemplos, el grupo destacará los elementos más importantes a la hora de establecer un ritmo constante y productivo de cambio en el medio ambiente laboral y de reconocer y combatir los riesgos del mismo. También, cada persona del taller intentará conceptualizar, de manera individual y después colectiva, una plataforma activista para un determinado lugar de trabajo. Para esta actividad generativa se pueden considerar pequeñas representaciones teatrales/pasos cómicos, escritos gráficos/cómics, poemas o manifiestos de protesta, etc.
Al final del taller, el grupo combinará sus observaciones teóricas con sus actividades prácticas en un tipo de guía práctica para el activismo en el medio ambiente laboral.
All of us here, we are what Toni Cade Bambara calls (quoted in Salamishah Tillet, «Make Revolution Irresistible: The Role of the Cultural Worker in the Twenty-First Century,» PMLA 130: 2 (March 2015): 481-87) «culture workers» and, therefore, our creation of culture and our analysis of this culture have everything to do with the way we exist in the world and that we encourage our colleagues, students and family to exist in the world.
In several sectors, activism, and specifically feminist activism, is lived only as a hobby, something that is practiced outside the workplace, in order to avoid prejudices, repercussions and obstacles at work (all legitimate dangers). However, if we continue to separate our work lives from our personal and political lives, we will never be able to integrate true intersectional feminism nor true equality into our world.
This workshop aims to present and analyze some examples of the incorporation of feminist activism in the workplace (that is, in the life of the individual workers, in the collective that forms the workplace and in the work, itself) Thus valuing the extra work of activism and recognizing the dangers, risks and repercussions in this respect. Examples include several professions-journalism, teaching and art.
Through these examples, the group will highlight the most important elements in establishing a constant and productive rhythm of change in the work environment and of recognizing and combating the risks of it. Also, each person in the workshop will try to conceptualize, individually and then collectively, an activist platform for a particular workplace. For this generative activity we can consider small theatrical representations / comic steps, graphic writings / comics, poems or protest manifests, etc.
At the end of the workshop, the group will combine their theoretical observations with their practical activities into a kind of practical guide to activism in the work environment.
