Concebimos este seminario como un desafío político: ¿somos capaces todavía de encontrar y defender colectivamente usos del lenguaje (de la narración, de la escritura, de las “artes verbales”, de los libros) que puedan transformar la realidad, generar efectos concretos sobre lo económico, lo social, lo colectivo?
Si fuera verdad que, como se ha dicho, “la realidad se ha identificado con el capitalismo”, tal cosa habría ocurrido en gran parte porque nuestro ser-en-el-lenguaje habría sido colonizado por el supermercado existencial. Nuestra capacidad de darnos sentido a través del océano lingüístico en el que existimos habría sido movilizada –junto a tantas otras- para la producción, adquisición y exhibición de un valor abstracto, que supuestamente necesitaríamos para que nuestras vidas se justifiquen. En efecto, el capitalismo existencial parte de una especie de “Gran Devaluación”: nuestras vidas no valen nada a no ser que se demuestre lo contrario, vivir es trabajar constantemente para dar valor a la propia vida individual, acumulando dinero, prestigio, capital simbólico o (pseudo)-experiencias que afirmen a cada sujeto-empresa frente a los demás con los que constantemente compite.
En esta competición, nuestra capacidad esencial de relatarnos, de contarnos a través de historias, se convierte en una mercancía más. Aparece así una suerte de “capitalismo narrativo”, en el que cada vez más lo que se compra y se vende son fragmentos lingüísticos que tratan de otorgar un sentido fugaz y compensatorio a vidas rotas, anestesiadas, aisladas, instrumentalizadas.
¿Cómo podríamos pensar algo así como “la literatura” (o simplemente la narración, las artes verbales o la escritura) ignorando esta colonización (sea total o parcial) del lenguaje por el capitalismo? Sin duda, pretender que es posible reproducir los mecanismos y criterios habituales de autoría, autoridad, edición, supuesto valor “estético” de las obras literarias sin reproducir el “capitalismo narrativo” es ilusorio. Por defecto, y mientras no nos demos los medios para evitarlo, nuestras narraciones, nuestros libros, tenderán a convertirse en un “contenido” más que añadir a los insaciables contenedores abstractos del mercado, el consumo y el espectáculo.
Ahora bien, justamente esa es la cuestión que nos interesa: que hay maneras diversas y posibles de darse los medios necesarios para inventar usos del lenguaje que no estén sometidos a la producción de un valor abstracto. Es este seminario intentaremos no solo estudiar algunos de estos usos sino también imaginarlos y defenderlos colectivamente. Para ello tomaremos como punto de partida algunas experiencias de escritura y de edición política que están teniendo lugar en las últimas décadas en el estado español. Algunas de ellas han conseguido hacer posible que personas que estaban socialmente destinadas a no escribir, a no publicar libros, lo hicieran. Otras han tratado de usar los recursos de la tradición literaria y de la forma novelística para llamar la atención sobre la amenaza de colonización del lenguaje por el mercado existencial. Otras simplemente han tratado de anclar sus intervenciones en espacios de cierta autonomía lingüística, en los que las personas todavía son capaces de conversar, lenguajear y procurarse relatos propios sobre el sentido de sus vidas.
Invitamos cordialmente a las personas que quieran participar en este seminario a compartir casos de experimentos y experiencias narrativas (o simplemente lingüísticas) que les parezcan puedan interrumpir y desafiar las lógicas del supermercado existencial..
Organizadorxs:
Eva Fernández Martínez
Alba Solà García
Luis Moreno-Caballud
Para participar en los seminarios necesitas ser socix de ALCESXXI e inscribirte en las V Jornadas de Oviedo.
