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le permiten visitarla. En función del tiempo dedicado a los                                                             nera una distinción moralizante entre Marián y Luisa, las

         hijos se produce una diferenciación entre las madres “bue-                                                              “madres sacrificiales” que han dejado todo para cuidar de

         nas”, “presentes”, “sacrificadas” y las madres “malas”, “egoís-                                                         sus hijos y Carmen, que hace lo posible por no abandonar


         tas” y “ausentes”. Por ejemplo, Carmen, la madre-empresa-                                                               su trabajo. Estas diferencias aparecen claramente en varios

         ria, se presenta como un caso de “mala madre”.  Ausente                                                                 momentos clave en el desarrollo narrativo de Madres. En la
                                                                                               13
         mientras le realizan las primeras pruebas a su hija, se con-                                                            conversación que Marian mantiene con su marido en el pri-

         vierte en el objeto de las críticas de otras mujeres: “quien                                                            mer capítulo vemos el compromiso de esta: “Voy a dejar el

         tendría que estar es la madre, no me fastidies” (34:57, ca-                                                             trabajo”. “No, Marian, no te precipites: el periodismo es tu


         pítulo 5). En Madres las mujeres protagonistas confirman                                                                vida”. “No, Chema, Elsa es mi vida”. (43:45). Carmen, por

         la afirmación de Gimeno: “… la situación de las mujeres                                                                 su parte, asume su falta de capacidad e intención para cui-

         en las sociedades patriarcales está condicionada por su ca-                                                             dar: “Siempre he pagado a otros para que la acompañaran,


         pacidad para gestar, dar a luz y, luego, cuidar (14).  Se ge-                                                           jugaran con ella, vamos, para que la criaran y la malcriaran
                                                                                                   14
                                                                                                                                 también. Yo, como mucho, me limitaba a mirar y a hacer


         13  Las malas madres no son figuras nuevas en los medios de comunica-                                                   fotos. Así, desde el otro lado de la barrera, sin mancharme”

         ción. Sarah Arnold, por ejemplo, ha realizado un estudio sobre la figu-                                                 (1:01:00, capítulo 9). Madres muestra su intención morali-
         ra de la “mala madre” en el cine de horror, donde examina los aspectos                                                  zante a través de horas de diálogos en los que son las madres

         y tendencias melodramáticas en función a esta figura: “I contend that                                                   como Carmen las que deben enmendarse y abandonar las
         the horror film is not only a site where misogynistic fears of the deadly

         woman/mother are played out, but also a site where unconscious fanta-                                                   otras facciones de su vida (en las que “no son madres”) para
         sies of maternal separation and fulfilment are realized” (“Sostengo que                                                 cuidar exclusivamente de sus hijos. La serie refuerza así la

         la película de terror no es sólo un lugar donde se desarrollan temores                                                  identificación entre la buena maternidad y la presencia ab-
         misóginos de la mujer/madre mortal, sino también un lugar donde se

         realizan las fantasías inconscientes de separación y realización mater-                                                 negada y constante y la mala maternidad con la ausencia y
         na”; mi trad.; 69). En cierta medida, estas fantasías de separación po-                                                 la vida extra-maternal.

         drían compararse con las fantasías de los adolescentes enfermos en la                                                       El vestuario de los personajes maternales de la serie refleja
         serie, quienes luchan por liberarse de la presencia constante de sus ma-

         dres.                                                                                                                   también la distinción entre buenas y malas madres. Mien-
                                                                                                                                 tras que, Carmen, la “mala madre” invierte su dinero en ropa
         14  El vínculo entre madres e hijos en narrativas de ficción y representa-
         ciones cinematográficas aparece como una relación social (y biológica en                                                cara, llega siempre arreglada y con tacones, las buenas ma-

         algunos casos) entrelazada con una red de leyes y cuidados. Este vínculo                                                dres, dedicadas por entero al cuidado de sus hijos como Lui-

         social está compuesto tanto por las madres que contribuyen al cuidado
         de los hijos como por todo el aparato legal que envuelve las prácticas de
         la maternidad. Cuando analizo las figuras maternas de la serie, me refiero                                              su género (Ruddick 19) y, cuando hablo del cuidado de las madres a sus

         a personas involucradas en prácticas maternales, independientemente de                                                  hijos, me refiero tanto al físico, como al económico y al emocional.





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                Revist a  de  al ce s XXI                                                                                                                                       Número  5 , 2021-2023
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