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en Quién quiere ser madre de Silvia Nanclares”. La mirada su vez, a reflexionar sobre la visibilidad de la gestación en

crítica de Mayock está enfocada a dilucidar las demandas fe- la gran pantalla, tema del que se ocupa de manera panorá-

ministas y trascender la maternidad individualista. A partir mica el último artículo académico de nuestro número. En

de las tensiones que se crean debido a la división del siste- “¿Madre no hay más que una?: representaciones del emba-

ma capitalista en la esfera pública y el ámbito privado, este razo en el cine español contemporáneo”, Mariona Visa hace

artículo argumenta la necesidad de avanzar hacia una ética un recorrido por las películas que se han estrenado en los

del cuidado que salga del hogar y ocupe un lugar central en últimos años donde se representa el embarazo, interrogan-

el espacio que colectivamente habitamos: la plaza. Mayock do la nueva visibilidad de este proceso corporal y las posibi-

examina el texto de Nanclares en el que se pone en eviden- lidades que proporciona una mayor pluralidad de represen-

cia cómo las relaciones que nos atraviesan como seres hu- taciones. Deberemos esperar para ver si las tendencias que

manos han sido sometidas a un proceso de privatización tal se están perfilando en la actualidad se van a continuar en

que han acabado por convertir en privilegios no sólo lo que las producciones cinematográficas de un futuro que apunta

atañe a nuestros deseos, sino también a nuestros derechos. cada vez más a incluir las creaciones de mujeres cineastas.

Igualmente, se observa cómo la paulatina precarización En la sección dedicada a los ensayos, debido a estos años

de la vida ha conllevado un aplazamiento de la decisión de en los que la pandemia ha supuesto una serie de obstáculos

tener hijos en las clases medias hasta una edad en la que nu- inusitados, imponiendo nuevas temporalidades y añadiendo

merosas mujeres de generaciones previas se convertían en ulteriores trabas a la mal llamada conciliación, como pen-

abuelas, dando lugar, a su vez, a nuevos desafíos referentes sadoras y activistas feministas hemos ido buscando nuevas

a cómo procrear. El deseo de maternidad ha sido absorbido formas de reflexionar sobre las maternidades y la parentali-

así por un sistema capitalista de barniz neoliberal de mane- dad. De esta manera, tratamos de fomentar un pensamien-

ra que ha generado un nuevo mercado reproductivo, el cual to crítico más comunitario que va fluyendo por nuevos cau-

analiza Catherine Bourland-Ross en su artículo, “Las téc- ces menos individualistas, lo cual nos permite pensar en

nicas de reproducción asistida y la donación: el caso de Sa- común y cuestionar las formas de conceptualizar y repre-

manta Villar”. Tomando como ejemplo el libro Madre hay sentar las funciones maternas. De ahí surgen estos ensayos

más que una de esta periodista mainstream, Bourland-Ross dialogados que nos han permitido ir más allá de la idea tra-

cuestiona la mercantilización a la que se someten los cuer- dicional de la producción de sentido que privilegia la auto-

pos bajo el concepto eufemístico de donación y nos invita rialidad y la unicidad del sujeto pensante que desde un pa-

a replantear qué entendemos por maternidad, así como las radigma patriarcal y capacitista se representa como el sujeto

repercusiones de la crisis reproductiva que la sociedad espa- universal, que hoy en día tratamos de descentralizar para

ñola enfrenta. El embarazo televisivo de Villar nos lleva, a poner la vida y los cuidados en el centro. Desde el cuida-

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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023