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tima”, entre otros. Su sexualidad es igualmente puesta en sar sus desatenciones con frases como “Le pasa algo a Perico
cuestión por su compañero en el caso, que en el cuarto epi- (papel encarnado por Marco Cerezo) y me mato” (capítulo
sodio le espeta la frase “Creía que eras bollera”, a lo que ella 2) o “A mí mi hijo sí me importa” (capítulo 5, dirigiéndose
replica “¿Por qué? ¿Porque no quiero follar contigo?”. a Blanca). De todos modos, este interés por el futuro de su
Por último, sus relaciones familiares se ven afectadas de- hijo se demuestra como real especialmente en los últimos
cisivamente por los abusos sexuales infligidos por su padre episodios de la serie, donde incluso busca ocultar el homi-
durante su infancia. En el transcurso de la serie se demues- cidio involuntario que este comete para procurarle un por-
tra que este hecho influye de manera determinante tanto en venir fuera del barrio.
su relación de pareja como en la que mantiene con su hijo, Existen en este thriller policíaco otros dos personajes se-
pero también en su actitud actual hacia su padre, ingresado cundarios relevantes en la trama y que desempeñan el rol de
en una residencia enfermo de Alzheimer. Dicho comporta- madre con unas características bien diferenciadas entre sí.
miento es incomprendido por su entorno, desconocedor de La primera de ellas es Salomé (interpretada por Susana Cór-
dichos abusos, sumando al rol atípico que desempeña como doba), ex mujer de Darío Arjona “Gato” y madre abnegada
mujer y como madre el de “mala hija”. Como ejemplo po- de Perico, capaz de prostituirse para sacar adelante a su fa-
demos poner los dos encuentros de Blanca con una antigua milia y de ocultar el crimen cometido por su hijo. Por otra
vecina (capítulos 7 y 8), en los que esta última es incapaz de parte, encontramos a Nines (representada por la actriz Pilar
comprender el desapego y la falta de cuidados de la prota- Gómez), mujer de Joaquín Romero “Quino” (Vicente Rome-
gonista hacia su padre (llegando incluso a reprenderla por ro) y madre de dos hijas que refleja en la pantalla un modelo
su actitud), el cual teóricamente la recondujo durante su de maternidad menos sacrificado (lleva paralelamente una
juventud y le facilitó su entrada en el Cuerpo Nacional de vida profesional y social activa e independiente) y tolerante
Policía. Sin embargo, el rol desarrollado por la protagonista (específicamente en lo que respecta a su propio matrimonio
parece cambiar y volver a unos ciertos cánones de “normati- y a la comprensión de las primeras relaciones sentimenta-
vidad” cuando confiesa a su pareja los abusos sufridos cuan- les de su hija adolescente). Por su lado, “Quino” (ex policía
do era niña, cerca ya del desenlace de la historia. y detective que ayuda a la pareja protagonista a resolver el
En contraposición, el protagonista masculino se mues- caso) intenta ser un padre igual de comprensivo, dialogante
tra siempre como un padre preocupado por su hijo, a pesar y poco autoritario, con intervenciones como “Escúchame,
del distanciamiento existente entre ambos tras la separación tú eres lo suficientemente mayor y madura para que nadie
de su madre y a la doble vida que lleva Darío Arjona tanto te diga lo que te tienes que poner. Ni tu amigo ese ni nadie”
en la policía como en los bajos fondos de Málaga. Y es que (capítulo 3, dirigiéndose a su hija). No obstante, sus actos
el personaje representado por Salva Reina intenta compen- denotan un prototipo de paternidad completamente dife-
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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023