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del estudio, ofrece un trasfondo histórico, literario y teóri- uso del discurso religioso como una vía de reflexión sobre

co para entender dónde se ubican las novelas estudiadas, y la historia de España y la agencialidad del propio individuo

explica conceptos importantes como el de postsecularismo (117). Igualmente, se enfatiza la relación entre el concepto

y sedimento religioso. del miedo y su relación con la religión.

El capítulo uno se titula “Laboratorios de lo sagrado” y El capítulo tres: “Éxtasis del capital en la novela policía-

está divido en cuatro apartados: “Antecedentes: desde los ca española” consta de tres secciones: “La novela policía-

orígenes del castellano hasta mediados del siglo XX”, “La ca, producto secular reencantado”, “Parodias del/la capital

clave religiosa de la novela experimental”, “Tres casos lími- transcendente en Los misterios de Madrid, de Antonio Mu-

te: Torrente Ballester, Benet y Cela” y “Transición: del texto ñoz Molina” y “Ultimidades de lo sagrado en La piel del

hasta la historia”. El capítulo está centrado en el análisis de tambor, de Arturo Pérez Reverte”. El capítulo se centra en

lo religioso en la narrativa experimental a través de las no- el género policíaco y parte de la premisa que estas novelas

velas Fragmentos del Apocalipsis (1977) de Gonzalo Torrente funcionan especialmente bien para observar la vuelta de lo

Ballester, Saúl ante Samuel (1980) de Juan Benet y Cristo sagrado en un mundo secular (150), la lucha entre el bien

versus Arizona (1988) de Camilo José Cela. El capítulo se y el mal y el desplazamiento de lo religioso en aras de la ra-

ocupa de la relación histórica entre religión y literatura y de zón (152). Por ende, se analiza el carácter institucional de la

los elementos religiosos que se pueden observar en las no- religión en la España moderna y su relación con la cultura.

velas experimentales del tardofranquismo y cómo estas no- Las novelas estudiadas en este capítulo son, como el título

velas utilizan el discurso religioso como metadiscurso (81), de las secciones indica, Los misterios de Madrid (1992) de

haciendo a su vez uso de la parodia, la escritura y el lengua- Muñoz Molina y La piel del tambor (1995) de Pérez Rever-

je opaco. te. Ambas novelas coinciden en la presencia de dos iglesias

El capítulo dos: “La heterodoxa historia de Miguel (y su pertinente imaginería religiosa) que son vitales para el

Delibes” se centra en la obra del escritor vallisoletano y está desarrollo de la diégesis. Además, la novela de Reverte de-

dividido en dos apartados: “Delibes, la novela y la histo- sarrolla, a través del personaje de Lorenzo Quart, la figura

ria” y “La novela histórica y El hereje”. Así se analiza lo reli- del detective-sacerdote, personaje de cierta tradición litera-

gioso (especialmente el protestantismo) dentro de la nove- ria tanto en la narrativa como en el cine y la televisión.

la histórica encarnada aquí por El hereje (1998). El capítulo El capítulo cuatro “Religión en la memoria de la guerra

hace un repaso de la obra de Delibes desde una perspectiva civil” se centra en la novela de la memoria y el papel de la

religiosa e intrahistórica, enfatizando el acercamiento hu- religión en la misma y está dividido en tres secciones dife-

manista hacia lo religioso que se puede apreciar a lo largo rentes: “‘Cruzados’ en las trincheras: religión y guerra civil”,

de su narrativa. García-Donoso propone que Delibes hace “La memoria trascendente en Los girasoles ciegos, de Alberto

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Revist a de alces XXI Número 4 , 2019-2020