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tras cabezas era 2003, las movilizaciones contra la guerra de nas del grupo inicial proveníamos de ambientes activistas,
Iraq y el Prestige inundaban las calles y no había ningún partíamos del convencimiento de que un proyecto como
diario que hablase de eso que estábamos viviendo. Internet Diagonal tenía que tender a realizarse de forma remunera-
era un fenómeno relativamente reciente y la web 2.0 apenas da y no depender del trabajo voluntario, aunque este últi-
empezaba a despuntar, mientras que la burbuja inmobilia- mo fuese muy necesario en los comienzos. Decidimos, tam-
ria se encontraba en plena forma. bién, que no hubiese diferentes escalas salariales: todas las
Lo que acabaría siendo Diagonal nació del empeño de un tareas, las que se ven y las que no, se considerarían igual de
grupo de personas en crear una alternativa comunicativa relevantes.
que relatase eso que estábamos viviendo en las calles. Pen- En 2015 contábamos con una plantilla de 15 personas
sábamos que había un enorme espacio informativo por cu- empleadas, un colectivo editor (formado por personas em-
brir y muchas cosas que contar que no encontraban hueco pleadas y no empleadas, que tomaban decisiones sobre el
en los grandes medios corporativos. Durante casi dos años, día a día de Diagonal) y una extensa red de colaboradores y
un grupo de unas 30 personas comenzamos a imaginar qué mecenas. La mezcla explosiva de lo laboral, lo político y lo
medio de comunicación queríamos, debatiendo desde sus afectivo estuvo trufada muchas veces de conflictos que no
contenidos y secciones a su forma jurídica, su organización esperábamos, pero también provocó grandes aprendizajes.
interna o su periodicidad. Tras dos números de prueba en Tuvimos que inventar sobre la marcha formas de organizar-
2004, que nos permitieron empezar a rodar, generar expec- nos y cuidarnos, unas veces con más éxito que otras.
tativas y conseguir suscripciones, el 3 de marzo de 2005 co- Escogimos además arraigarnos en la realidad social. Que-
menzamos a salir cada quince días a la calle. ríamos que las personas afectadas por las diferentes pro-
Cuando pusimos en marcha este proyecto tomamos un blemáticas sociales fuesen el punto de vista privilegiado de
camino que sabíamos que no iba a ser fácil. Elegimos no nuestras noticias y que los movimientos sociales marcasen
contar con publicidad de grandes empresas ni buscar el sos- nuestra agenda. Concebíamos la política como algo que su-
tén de instituciones, sino apoyarnos en miles de personas cedía más allá de los parlamentos y en el día a día, y que-
que ponían cada una su pequeño pero fundamental grano ríamos que nuestros contenidos estuviesen atravesados por
de arena. Escogimos independencia a pesar de que ello im- perspectivas de género, clase o etnia. Por eso dedicamos
plicase una mayor inestabilidad económica. mucho tiempo a pensar cómo serían las secciones de nues-
También decidimos poner en cuestión la organización tro periódico, porque no nos convencía cómo parcelaban la
tradicional de un periódico al uso. En vez de una cadena realidad las de los medios convencionales. Inventamos, por
de mando vertical, elegimos una vía basada en el diálogo, ejemplo, la sección de Global, en la que cabía desde infor-
la colaboración y la confianza. Una vía, además, que apos- mación sobre el Tratado Trasatlántico para el Comercio y
tase por la profesionalización: aunque muchas de las perso- la Inversión (TTIP) a la gestión del agua en un municipio
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017