Hace un año presentamos un seminario en las jornadas de ALCESXXI programadas en Oviedo para el pasado verano que proponía una exploración de las causas y efectos de la prodigalidad de los imaginarios distópicos en las representaciones del presente y el futuro del estado español desde la crisis económica de 2008. En marzo de 2020 la OMS declaró la pandemia global provocada por el covid19 y, al tiempo en el que las jornadas presenciales de ALCESXXI, y este seminario, se cancelaban (el encuentro se llevó al formato virtual, del que no pudimos ser parte por razones también relacionadas con la pandemia), las redes y los medios de comunicación se llenaron de alusiones a la apariencia distópica de la situación que todas estábamos experimentando. La urgencia por atajar la expansión del virus forzaba medidas políticas (cierre de fronteras, distancia social, confinamientos perimetrales y domésticos, etc.) que parecían propios de aquella ficción prospectiva centrada en la expresión hiperbólica del autoritarismo y el hiper-control a través de la proyección de sociedades futuristas, a menudo sometidas a amenazas externas y en donde toda aspiración a una soberanía popular queda disuelta.
Si en aquella convocatoria nos preguntábamos por las razones y consecuencias de que la deriva del neoliberalismo global encontrara en la distopía un modelo de representación, se vuelve entonces todavía más pertinente hacerse la misma pregunta en un momento en que el sistema de vida capitalista dominante se encuentra frente al reto de su autoconservación en un contexto de crisis sanitaria cuyos trágicos rasgos suscitan el cuestionamiento de sus premisas más básicas (p. ej. la priorización del mercado sobre el bienestar colectivo). Este asunto está atravesado por la cuestión sobre los objetivos que se deducen de las medidas puestas en funcionamiento, así como por la transfiguración de las expectativas a medio y largo plazo: ¿Se pretenden salvar vidas o salvar el sistema?, ¿son excluyentes entre sí estos dos proyectos? ¿Cuál es el precio en libertades que vamos a tener que a asumir para atajar la crisis? ¿Dónde quedan los espacios de ejercicio democrático en una situación que nos obliga a delegar en formas de decisionismo vertical? ¿Cómo se redibujan los límites de la subjetividad y el individuo? ¿Cómo transforma los presupuestos sociales esta nueva evidencia de nuestra vulnerabilidad y codependencia? ¿Quiénes somos y quiénes seremos cuando esta situación pase?
Todas estas dudas aparecen de forma latente o explícita en esas discursividades distópicas por las que se simboliza la pandemia y que, además, sirven para proyectar regímenes culturales de sentido a través de los cuales interpretamos el presente y somos capaces de imaginar el futuro inmediato. Y, al mismo tiempo, la percepción de la pandemia como una acontecimiento impensado y repentino permite plantear también un cuestionamiento radical del membrete “narrativas de anticipación” como categoría: la distopía ofrece un lenguaje desde el que narrar la emergencia, pero no parece haber servido para conjurar el advenimiento de sus más sórdidos presagios.
De nuevo, invitamos a cualquier persona interesada a pensar y debatir sobre todas estas cuestiones (y cualesquiera otras que surjan del diálogo) participando en el seminario y, si se quiere, compartiendo textos (terminados o en proceso) que trabajen sobre distopías, ya sea en relación con el presente del estado español como con otras localizaciones y momentos históricos que ayuden a dirigir la reflexión.
Organizadora:
Natalia Castro Picón
Para participar en los seminarios necesitas ser socix de ALCESXXI e inscribirte en las Jornadas Virtuales.
