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se y refugiarse en un pueblo. Así, nos enteramos de la agra- colectiva, de los comunes, cuyo proyecto sería la “resistencia
dable vida frugal que Manuel lleva a solas, con tiempo de a la urbanización planetaria del capital” (44).
sobra y sin deudas, sin dejar de convertirse en una persona La primera parte de la antología cierra con el trabajo de
“asocial” y sin ninguna “motivación ecologista” (37). Prá- Christine Martínez, titulado “Futuros campesinos: La tran-
danos ilustra la contradicción entre Manuel y los urbani- sición ecosocial, los movimientos rurales ibéricos y la reivin-
tas que se vienen a pasar los fines de semana en una casa de dicación de la identidad campesina”. El ensayo trata de los
al lado, y que son unos seres “vulgares, pretenciosos y to- temas de redefinición de las culturas, identidades y luchas
talmente ineptos”, según el juicio de Manuel (37). Destaca campesinas. La autora enfatiza el poder del término “campe-
en este análisis la crítica que se hace a cierto tipo de actitud sinas” al alejarse de otros términos como “rurales” o “agrí-
hippie si queremos, encabezada por gente como Manuel, colas” para la construcción de alternativas a modos neolibe-
quien no solo vive aislado, sino que tampoco intenta co- rales, neocoloniales y consumistas de habitar y entender el
nectar con otra gente, y de este modo, Prádanos critica la territorio (51). Citando los estudios de Mies y Bennholdt-
fantasía neoliberal, en la que solo existen dos tipos de habi- Thomsen sobre la perspectiva de la subsistencia más allá de
tantes, los neorrurales de fin de semana que trasplantan su la economía globalizada, Martínez enfatiza la cultura y la
vida urbana en el ambiente rural (los vecinos de Manuel) identidad campesinas en un contexto transnacional, alia-
y las personas que se aíslan in/voluntariamente de la socie- do con otros actores del Norte y del Sur global. El ensayo
dad, viviendo por medios propios y que se valen por sí mis- argumenta a favor de la existencia de un “campesinado eu-
mos (40). Ambos grupos, entre los que existe una relación ropeo” ya que se identifican rasgos de “campesinidad” úti-
de antipatía mutua también ejemplifican un estilo de vida les a la hora de articular proyectos agroecológicos alterna-
que al parecer no es socioecológicamente interdependien- tivos, como también de la presencia de una “multiplicidad
te. En palabras del autor, “la ecología política nos enseña de comunidades y colectivos que están retomando, reinven-
que la neutralidad no existe en un sistema socioecológico tando y recuperando prácticas e identidades campesinas”
estructuralmente injusto […]. En un sistema estructural- (53). Como ejemplo, la autora menciona el uso del con-
mente injusto no puede haber neutralidad, solo escapismo, cepto campesinx, usado por movimientos rurales y agrícolas
lo cual siempre implica cierto privilegio” (41). Prádanos ha- para distanciarse de la agricultura industrial, los proyectos
laga el enfoque “detallado” de la novela en la “materialidad de renovación rural concebidos desde centros urbanos por
y la corporalidad” como también la atención “minuciosa” a las ONG o programas de renovación pactados por la Unión
los flujos de energía, nutrientes y materiales” que hacen po- Europea. Otro ejemplo que cita Martínez es el proyecto ti-
sible la vida del protagonista (43). Por último, destacamos tulado “CV Campesino” del año 2015, de la artista Asun-
el llamamiento de Prádanos a la creación de una conciencia ción Molinos Gordo, de Burgos, ella misma hija y herma-
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Revist a de al ce s XXI Número 7 , 2025

